Adaptación del libro homónimo de Solomon Northup, basado en hechos reales, sobre el calvario de un músico negro que vivía siendo libre con su familia en Nueva York, y que es secuestrado para ser vendido como esclavo en el Sur en una plantación de Louisiana.
En el afán de dar un tono lo más realista posible y menos ficcionado, el director elige acertadamente incorporar en la película canciones tradicionales de los esclavos negros, que se aplican en la narración como diégesis. Hay música original que se aplica al protagonista para remarcar su sufrimiento y desesperación, extenderlo a los demás esclavos y finalmente hacerlo servir como declaración de principios contra la depravación.