Usuario: (manu) Manuel Monteagudo Lopez
Fecha de publicación: 14.10.2016
Inferno es la demostración palpable de que la saga de Dan Brown esta mas que gastada en el mundo del cine. Ya dieron muestras sobradas en su segunda entrega, pero en esta tercera entrega lo verifican aún mas en un relato donde los errores mostrados en el pasado siguen repartiéndose a diestro y siniestro en una tercera entrega prescindible, sin apenas conexión con sus precedentes (es mas...salvo el personaje de Langdon, no hay ninguna conexión) y de la que sus dos horas se hacen bastante largas debido a la cantidad de tramas, subtramas y personajes que la pueblan, sin que te importe bastante lo que te están contando (por no hablar de creerse el imposible relato). Al menos, aunque se torne larga, nunca aburre debido a un montaje y ritmo que lo impiden, pero a costa de sacrificar emoción e interés a un relato que, sinceramente, carece de ellos completamente. Una película olvidable y prescindible que, cierto es, no te dejará con la sensación de que te hayan tomado el pelo, pero la sensación de vacío que te deja no te la va a quitar nadie. Creedme.
Respecto a la banda sonora podemos decir que nos encontramos ante una de las mayores decepciones del año. Sorprende que tras la esplendida El Código DaVinci y la intensa y estupenda Angeles y Demonios nos "regale" una tercera entrega tan falto de ideas y tan rutinaria, que parece seguir la tónica general de la película y esto es...desmotivación. Y es lo que parece que siente Zimmer ante este proyecto, por que no me creo que el compositor presente una obra tan desganada y tan rutinaria plagada de lugares comunes y con una reutilización de sus temas previos sin ningún tipo de criterio. Entiendo que esta vez la amenaza, que proviene del mundo moderno (la globalización) recurra a elementos electrónicos, pero la forma de usarlos durante el relato resulta tan manida que ni emociona ni suma a la película...solo facilita y resalta lo plana y funcional que es, y como amenaza resulta un completo fracaso.
La sensación que uno tiene mientras esta viendo el film, es que Zimmer (y todos sus creadores, la verdad) esta hastiado de la saga, y se ha limitado a seguir ordenes y a poner el piloto automático de forma tan primaria que apenas destaca nada en ella su banda sonoras, pues la mayor parter son temas ambientales y reutilización de viejos temas insertados de manera tan poco efusivas y tan funcionales que da lastima encontrarse una supuesta entrega final tan desmotivada, despues de dos entregas en las que su banda sonora destacaba dentro de la película. Los únicos momentos destacables musicalmente son dos: el primer giro argumental del film, donde Zimmer reutiliza un tema previo pero que funciona de manera eficaz y consigue sumar dramatismo a la escena y , sobre todo, el clímax final donde por fin Zimmer se desata y demuestra un poco de su talento, creando un crescendo dramático y emocionante que consigue incrementar la tensión de la escena, siendo el mejor momento musical del film de lejos (aunque el recurso de la orquesta en el film, no se aprovecha con la música en absoluto, siendo bastante evidente lo parco en ideas y riesgo que han estado en esta producción).También nos encontramos con un poco inspirado tema de amor a piano que, digamoslo ya, es de lo mas soso creado por su autor, y que en el film ni siquiera funciona del todo bien.
Inferno, es, de lejos, la peor entrega de toda esta franquicia que en tiempos pasados dió unos frutos maravillosos, pero que al parecer, o Zimmer se ha gastado y ha querido tirar de recursos fáciles y convencionales de manera desganada,o su creador se ha sentido hastiado y desmotivado y nos ha regalado, no una tercera entrega que es la mas floja con diferencia, sino una de las composiciones mas rutinarias de su autor. Una obra que se nota sin ganas y sin fuerzas...lo mismo que el propio film. La diferencia que había con sus precedentes es que la calidad como película era la misma, pero la mñusica sumaba enteros y emoción a la misma...aquí ocurre precisamente todo lo contrario y parece que Zimmer, finalmente, se ha contagiado de la manera artificiosa y aséptica del relato que se está tratando. Una pena