una de las mejores bandas sonoras sin duda esta película marco el recuerdo de mi niñez. un 10 de 10!!! la de Sueños de fuga o Cadena Perpetua merece unos 8.7 de 10... esta banda sonora por trabajar con el director de la pelicula Frank Darabont, aun asi lo logro en 100% en su banda sonora... ahora ya entiendo que su banda sonora de la película que vi en mi niñez es excelente...
Lo que me molesto que no agregara a Mejor Banda Sonora a esta película, yo quitaría la nominada The Cider House Rules y hubiera metido esta y le hubiera dado dado el Oscar a mejor banda sonora a esta o tambien a American Beauty, pero bueno para mi, el trabajo de Thomas Newman es sensacional y bella. Felicidades, Thomas Newman junto con Wall-e (2008) (que también le salio bien en 10 de 10!!!) llega a la altura... felicidades.

es dela mejores bandas sonoras que existen por eso ...............

sin comentarios , esta banda sonora abla por si misma .

Seis años después de la legendaria CADENA PERPETUA, Frank Darabont regresó con una nueva adaptación de su colega Stephen King para la gran pantalla. LA MILLA VERDE, con 180 minutos de goce y cuatro nominaciones a los oscars, es una maravillosa fábula colmada de sentimientos que fluyen con deliberada intención. A ratos cruel, y a ratos emotiva; pero siempre extraordinaria. Es cierto que no alcanza las cotas de genialidad suprema que sí atesoraba CADENA PERPETUA, pero, si me apremias; ni falta que le hace. LA MILLA VERDE es una película bien rodada y brillantemente interpretada. La cálida fotografía y los cetrinos decorados contribuyen a realzar la atmósfera, y la música de Thomas Newman, como ya hiciera también en CADENA PERPETUA, aplica el elemento dramático vital que confiere al film ese rasgo indeleble que sólo puede producir una banda sonora. Newman continúa fiel a sí mismo, construyendo un trabajo firme y que evoluciona a lo largo del metraje. El piano vuelve a estar presente –¡y de qué forma! - ya sea en los momentos más intimistas o en aquellos en los que se permite juguetear con la situación. Y es que los temas dedicados al ágil ratoncillo son cuando menos entrañables. No hay un “main titles” definido, sino un constante progreso que se expande como las emociones que nos provoca. Un cuidado canto a medio camino entre el consuelo y la esperanza. Un prodigioso recital que, a pesar de, en ocasiones, poder pasar inadvertido durante las imágenes, está plenamente preparado para arroparnos cuando menos lo esperamos. En su edición discográfica es cierto que, como suele ser habitual en los cds de este compositor, el abundante número de mini-tracks dan la impresión de una escucha menos cómoda. Al fin y al cabo, es razonable pensar que quizá algunos de esos instantes incidentales podían haberse quedado fuera del disco. No obstante, eso es lo de menos en una banda sonora lúcida e inspirada que guarda un montón de mágicos secretos, al igual que el inolvidable John Coffey. Un 7 para Newmy.