Cuarta entrega de la saga iniciada en Pirates of the Caribbean: The Curse of the Black Pearl (03), en la que Jack Sparrow se reencuentra con una mujer a la que había conocido años atrás, pero no está seguro si ella siente amor o si es una estafadora sin escrúpulos que lo está utilizando para encontrar la legendaria Fuente de la Juventud.
El compositor pretende -y, en parte, lo consigue- mantener un cierto equilibrio entre el sentido festivo y espectacular que caracteriza las músicas de la saga con un tono serio y evocador, para lo que cuenta con la ayuda de los guitarristas mexicanos Rodrigo y Gabriela, que aportan lo mejor de esta obra en base a unas melodias líricas, sencillas pero bellas. Esta es la banda sonora más dramática de la serie y la menos pomposa, pero no acaba de tener una identidad propia diferenciada del resto.