En la Inglaterra de la época de la caída del imperio romano, Arturo se convierte en rey del país y reune a sus caballeros de la mesa redonda.
Partitura épica y dinámica, sustentada en el poderío orquestal y en el empleo de los sintetizadores y los coros, otorgando un cariz celta majestuoso y legendario, que dinamiza con creces la intensidad de la acción. El compositor aporta un tono moderno precisamente para modernizar la eterna historia de Camelot, como se hizo en tantas películas medievales.