Seis jóvenes deciden pasar unos días en una isla en medio de un lago, a la que solo pueden llegar en una pequeña embarcación. En el trayecto son atacados por un gigantesco pez que los deja sin remos ni posibilidad de escapatoria. Tendrán entonces que tomar decisiones drásticas para poder sobrevivir.
Banda sonora de género que evoca en buena medida aquellas con las que se significaron en los años ochenta compositores como Harry Manfredini o Charles Bernstein, con los que comparte similares intenciones en la recreación de un ambiente de demencialidad. En el desarrollo del filme la música ocupa espacios muy limitados, no protagónicos, aunque es destacable el empleo del arpa como referente del poder y la inteligencia de la bestia, todo ello de un modo deliberadamente impostado, casi cómico, y que se combina con temas ambientales. Lo mejor es, sin embargo, su tema final, que concluye la película de una manera delirante, grotesca, con un notable tema obsesivo, casi psicodélico, percusivo y con brillante empleo de la trompeta con sordina.