Un abogado y su familia sufren una auténtica pesadilla cuando al pueblo donde viven llega un hombre que ha pasado años en prisión a causa de una mala defensa.
Angustiante partitura en la que el compositor describió el pánico provocado por el atroz personaje del exrecluso. Herrmann partió no tanto de una situación ambiental sino de la voluntad de dar a conocer la locura del psicópata, dando una valiosísisma información al espectador sobre su estado mental. Las graves notas con que se inicia esa tensión evolucionan a lo largo de la película, mostrándose especialmente implacables en la catársis final. Martin Scorsese dirigiría muchos años después un remake titulado Cape Fear (91), en la que emplearía la misma música.