Adaptación de la obra de Lillian Hellman sobre el malentendido en una escuela de niñas cuando corre el rumor de que dos profesoras mantienen relaciones.
Partitura dramática en la que el compositor aplicó una cuidada calidez, emotiva e intimista, tal y como supo hacer en tantas otras de sus creaciones. Su música, elaborada y a la vez sencilla y directa, sirvió para arropar a los dos personajes centrales con afecto y ternura, particularmente desde su bello tema principal. Esta es una creación austera que se desarrolla en dos niveles dramáticos: el dedicado a exponer la fragilidad de los personajes y aquél destinado a dotar de vigor la hostigación a la que se ven sometidas.