Un reportero televisivo, a pesar de tener éxito profesional y sentimental, se muestra tan amargado con su vida que protesta a Dios, y Dios se le aparece en forma de un hombre negro.
Partitura dramática con algunos momentos de cariz religioso, en la que se trabaja con orquesta sinfónica y coros, algo superficial en su conjunto. Se acompaña de canciones.