Doble álbum que incluye las músicas de la ceremonia de coronación de los reyes Carlos III y Camila. Incluye músicas desde el Siglo IX hasta la actualidad y doce obras de encargo creadas por, entre otros, Andrew Lloyd Webber (Make a Joyful Noise) Patrick Doyle (Coronation March), Sarah Class (Sacred Fire), Nigel Hess, Roderick Williams y Shirley J Thompson (Be Thou my Vision - Triptych for Orchestra) y Debbie Wiseman (O Clap Your Hands/O Sing Praises)

Lloyd Webber explica sobre su pieza que: "tuve la suerte de discutir el texto con Su Majestad el Rey. Hablamos de los escritos de Salomón y sugerí adaptar el Salmo 98 con su mensaje de Aclamad al Señor, el Rey. Parece apropiado para el momento del servicio de la Coronación. He compuesto una breve fanfarria de apertura y cierre, que será interpretada por los trompetistas de fanfarria de la Royal Air Force. El himno está compuesto para el maravilloso Coro de la Abadía de Westminster y la Orquesta de la Coronación".

La marcha de Doyle comienza con una obertura heráldica y audaz, ceremonial y llena de pompa. La siguiente sección avanza reflejando el paso del tiempo y con una fuerte influencia celta. La tercera parte es alegre, antes de una secuencia romántica y reflexiva que desemboca en un final triunfal. Doyle declara: "La composición puede describirse como una Marcha de Obertura, en el sentido de que cuenta una historia y, en ocasiones, refleja aspectos del propio carácter de Su Majestad. En general, la pieza es jubilosa y edificante. Está escrita para abrazar la emoción y la celebración del histórico día".

La pieza de Class evoca un puente entre los reinos angélico y humano. Según la compositora: "Es una visión de la libertad y la protección de todos los seres, y de la abundancia y la belleza de nuestro mundo natural. Por encima de todo,  es una celebración del amor, la fe y la unidad, y tanto la letra como la música reflejan la llama sagrada del alma, siempre presente en todos los seres y todas las cosas"

Nigel Hess, junto a Roderick Williams y Shirley J Thompson, han creado respuestas musicales contemporáneas al himno irlandés y las ha entretejido en una sola obra. Hess comienza con una llamada de trompa inspirada en la acústica de la Abadía de Westminster que introduce una conmovedora interpretación para toda la orquesta. A continuación, una lenta rapsodia de Roderick Williams, basada en las formas icónicas de la melodía Slane del himno, oculta un criptograma musical del nombre de Su Majestad. Una chispeante fanfarria lanza la sección final, de Shirley J Thompson, con ondulantes tresillos que apoyan variaciones de la melodía que se entretejen intrincadamente a lo largo de toda la obra, conduciendo a un final triunfante y festivo.

Finalmente, Wiseman explica que "la Coronación es una ceremonia religiosa solemne y la inclinación natural es optar por un enfoque reverencial tipo himno, pero yo quería que esta pieza fuera, sobre todo, alegre y celebratoria del nuevo Rey y de la nueva era. Parte del texto litúrgico dice Cantad a Dios con la voz de la melodía"