Tras una mala apuesta de juego, un profesor de escuela queda abandonado en una ciudad llena de hombres locos, borrachos y violentos que amenazan con volverlo exactamente igual de loco, borracho y violento.
En esta película que es árida, incómoda, progresivamente más demencial y que muestra la degradación humana, el compositor arranca el viaje al infierno con folk muy agradable, pero para luego ser partícipe absoluto de la destrucción con músicas disonantes, electrónicas, tóxicas...