Adaptación del relato de James Joyce sobre una reunión organizada por dos ancianas en el Dublín de principios del siglo XX, que transcurre en una melancólica normalidad que acaba afectando a una de las invitadas quien, de regreso a casa, cuenta a su marido la historia de amor que tuvo con un hombre que acabó muriendo por ella.
Bellísima creación, llena de nostalgia, en la que el compositor aprovechó la música celta para elaborar una partitura emotiva y sentida, por momentos muy afligida, que aplicó con el propósito de dar un tono intimista al filme. Se acompaña de Journey Into Fear (75).