El propietario de un restaurante, agotado por el estrés y sus problemas sentimentales, acepta el encargo de su padre de organizar una nueva boda de éste con su madre, que padece alzheimer. Pero las cosas se le complican.
Hermosa y delicada creación en la que los acordes de una caja de música, que nunca se llega a ver en pantalla, da inicio a algunas melodías, representando la esencia evocadora del filme y reforzando sus componentes nostálgicos, así como cimentan los aspectos sentimentales. El compositor prima el empleo del piano, la guitarra, el arpa y las flautas para la elaboración de la música, que encuentra su momento más sublime al inicio del filme. Se acompaña de la banda sonora de Aunque tú no lo sepas (00).