La relación entre un alumno conflictivo y un profesor cuyo rostro está severamente desfigurado y sobre el que además pesan acusaciones de pedofilia.
Partitura de delicadas y exquisitas melodías, que el compositor aplica tanto para adornar el entorno argumental con un cierto cariz de magia y encanto idílico, como para reforzar la sencillez de la propia película y de su personaje central. El ambiente que establece la música es apacible y optimista, en contraste con lo dramático de la historia.