Tercera entrega de Die Hard (88), en la que un psicópata siembra las calles de Nueva York de bombas y reta al detective John McClane a un peculiar juego.
Banda sonora en la que se emplea buena parte de la música de las dos anteriores entregas, lo que contravino la intención del compositor de escribir nueva música. Pero fue forzado a ello y lo que suena sustancialmente, pues, son las melodías de acción y tensión ya conocidas, sin que apenas se note la diferencia con el escaso material nuevo.