Un comerciante napolitano ve cómo su negocio se hunde por la instalación de un comercio chino cerca del suyo, y decide tomar cartas en el asunto.
Sencilla banda sonora de comedia en la que el compositor aplica música napolitana y también oriental, con las que establece un simpático diálogo musical para el énfasis de la comedia y para las resoluciones inmediatas. Es dispersa e imprevisible, aunque no acaba de consolidar su discurso y acaba por ser más de acompañamiento que de narración.