Un anciano se niega a morir y se enfrenta para ello al Diablo, encarnado en la figura de un hombre.
El compositor recreó una ambientación idílica, campestre, pero con evidente ironía, a fin de lograr aunar lo bucólico con lo humorístico. Escribió, para ello, animadas melodías. Se incluye, junto con otras bandas sonoras, en el recopilatorio Legends Of Hollywood: Franz Waxman Vol. 4 (96).