Filme de animación sobre una chica de 17 años llamada que ayuda a un misterioso joven a cerrar puertas de otro mundo, que están provocando desastres por todo Japón.
Reseña de Gabriel Yong:
Como en las mejores producciones animadas de Japón, esta es una banda sonora diversa en temas y estilos, que es lírica, es dramática y muy colorida, con temas ambientales, dramáticos y para la acción. En primera instancia habría que comentar la música diegética que nace del auto de Serisawa, esta contiene muchas canciones populares de Japón siendo que en ese momento del viaje del auto las letras de estas intentan explicar aspectos intrínsecos de la relación de Suzume con su tía, esta decisión es coherente con lo que manifiesta la película, ya que ambas están separadas, distanciadas y al final cuando ya se han perdonado, recién se le puede dar espacio a una nueva música, que no sea producto de un desarrollo sino que sea una posibilidad de futuro.
Por otra parte, la película contiene dos temas centrales que manifiestan aspectos concretos del relato:
Tema de los terremotos: En esta película la fuerza sísmica es manifestada por unos seres similares a gusanos que emergen desde el más allá, impulsado por los recuerdos de la gente que aún no ha cerrado sus heridas, por eso el tema tiene dos manifestaciones; una en forma motivo en instrumentos de vientos que su manifestación es tan intensa como la fractura causada por el sismo y otra en forma de coros que se repiten en las veces que el portal es abierto, pero que deben ser cerrados, siendo que esta segunda parte del tema presenta una dicotomía entre lo rural donde suena en voces naturales y la metrópoli de Tokio que directamente las voces son pasadas al sintetizador.
Tema de Suzume: Este es el tema de la protagonista, un tema de magnifico desarrollo que en un inicio es planteado como uno de desarrollo dramático, que acompaña a la protagonista pero que indefectiblemente también nos lleva a un lugar en concreto, uno que reside en las paginas oscuras de la memoria y es en ese momento del clímax es donde el tema tiene su explicación y verdadero germen, siendo una manifestación poética de lo que la música puede ser en un futuro porque como dice Suzume, “la noche parece interminable ahora, pero un día va a amanecer” y también los compositores harán que amanezca su música.