Comedia negra sobre un verdugo que, antes de su jubilación, pretende enseñarle el oficio a su yerno, pero el aspirante tiene no pocos escrúpulos.
Deliciosa creación en la que el compositor aplicó melodías desenfadadas y ligeras, de cariz jazzístico, no solo para desdramatizar la película sino precisamente para ahondar en su fuerte carga sarcástica. Se incluye, junto con otras bandas sonoras, en el recopilatorio Miguel Asins Arbó. De película (98).