Serie televisiva, secuela de Vikings (13) ambientada cien años después, cuando las tensiones entre los vikingos y la realeza inglesa alcanzan un sangriento punto de ruptura y los propios vikingos chocan por sus creencias cristianas y paganas en conflicto.
Más allá de la reiteración del tema principal, que es empleado con transformaciones o en forma de motivo, este nuevo viaje del compositor al mundo de los vikingos vuelve a ser tan anodino y poco interesante como lo fueron los anteriores. Es al menos mejor que aquellos, y contiene momentos dramáticos y evocadores de cierta relevancia (en particular con el uso de voces e instrumentos étnicos), pero en su mayor parte es mero relleno ambiental.