Un productor hollywoodiense con espantosa reputación engaña a un director, un guionista y una actriz alcohólica para conseguir realizar sus películas.
Importante partitura dramática a la que el compositor dota tanto de bellas y románticas melodías como de un sentido épico algo decadente, que se corresponde al retrato del Hollywood oscuro y también a la megalomanía del personaje protagonista. El compositor, además, refuerza el glamour del filme con un tema que alcanzó mucha popularidad.