Western en torno a la figura del célebre juez Roy Bean, antiguo forajido reconvertido en leyenda del orden.
El compositor combina lo legendario con lo humorístico en una banda sonora que se hiciera lamentablemente popular por una trivial canción, "Marmalade, Molasses and Honey", en línea directa con la canción principal de Butch Cassidy and the Sundance Kid (69). Al margen de ella, goza de brillantes momentos nostálgicos y un notable tema principal.