Nació en Lyon (Francia), el 13 de septiembre de 1924, y murió en Los Ángeles (EE UU), el 29 de marzo de 2009. Nombre de oro en la historia de la música de cine y, junto con Delerue y Desplat, quizá el músico francés de cine más universal y reconocido mundialmente.

Tras un breve paso por la Sorbona, decidió entrar en el Conservatorio de París para estudiar composición y armonía, escogiendo la percusión como área para especializarse. Posteriormente fue director musical del Théâtre National Populaire, donde compondría su primera partitura para el cine en el corto Hôtel des Invalides (52). Instalado en la cinematografía francesa, empezó a llamar la atención gracias a sus trabajos con el director Georges Franju, y muy especialmente en la película Les yeux sans visage (60), que le valdría reconocimiento incluso fuera de Francia.

En aquellos años, el director inglés David Lean y el productor Sam Spiegel se encontraban en pleno rodaje y postproducción de una película llamada a convertirse en clásico y obra maestra: Lawrence of Arabia (62). El productor, a la hora de abordar la parte musical, intentó contratar a varios compositores clásicos para que trabajaran en equipo en diferentes partes de la película. Habiendo visto distintas películas de Franju y conociendo su trabajo, Spiegel le ofreció supervisar el trabajo de sus colegas, pero el plan se vino abajo, y finalmente Jarre se quedó solo al frente del proyecto. Trabajando codo con codo con Lean, el músico compuso la partitura en unas semanas, alcanzando el éxito y el pasaporte directo a Hollywood. Y con un Oscar incluido.

A partir de la película de David Lean, empezó a colaborar con los directores más importantes del momento y en películas de primer nivel. Cineastas de Hollywood, como Fred Zinnemann, Richard Brooks, el mismísimo Alfred Hitchcock, John Huston, Elia Kazan o John Frankenheimer; y directores europeos de prestigio, como Luchino Visconti, Volker Schlöndorff o Franco Zeffirelli... los 60 y 70 fueron décadas prolíficas para el compositor, que afianzaría su posición y su estatus ofreciendo siempre talento a raudales, un gusto exquisito en la orquestación y en la forma de entender la implicación de su música en las películas y una capacidad total para dominar todo tipo de géneros. Pero si hubo un director por encima del resto, y con el cual siempre dio las máximas cotas de su calidad, ese fue David Lean. Doctor Zhivago (65) fue otra obra maestra que le dio su segundo Oscar, y Ryan's Daughter (70) supuso otra prueba más de la sintonía que siempre hubo entre ambos.

En los 80 no solo siguió trabajando a pleno rendimiento, sino que demostró ser capaz de adaptarse a los nuevos tiempos y las nuevas tecnologías. Apostando por la electrónica y los sintetizadores, el compositor comenzó a trabajar con directores jóvenes que se beneficiaron de su experiencia, como Wolfgang Petersen, Adrian Lyne y muy especialmente Peter Weir. El director australiano y Jarre trabajaron juntos durante toda esta década, y el músico destacaría en su nuevo estilo más moderno componiendo para Witness (85) y otros filmes. Pero de nuevo la gloria vendría de la mano de David Lean, quien en su última película, A Passage to India (84), regalaría la posibilidad no solo de ganar su tercer Oscar, sino de superarse a sí mismo una vez más. El mismo Jarre consideraba éste su mejor trabajo, la cúspide de su carrera.

Con la llegada de los 90, su carrera iría reduciéndose progresivamente con el paso de los años. Ghost (90) fue su última película de éxito, tras la cual encadenaría varios proyectos fallidos en los que sus composiciones se verían rechazadas, como Jennifer 8 (92) o The River Wild (94). Desencantado con una industria en la que ya no encajaba como en décadas anteriores, se tomó tiempo entre proyecto y proyecto, escogiendo trabajar con directores independientes como Alfonso Arau o Istvan Szabó. En 2001 compondría la música del telefilme Uprising, y éste sería el último proyecto de su carrera antes de retirarse por completo. Un triste colofón a una carrera sencillamente inolvidable. Fallecería a causa de un cáncer con el que llevaba luchando bastantes años.

(Isaac Duro)

• Vídeos

1. Música para más turbación (Lecciones de Música de Cine. 28/09/2016)