Coincidiendo con el estreno del mediometraje La voz humana (20), de Pedro Almodóvar y con música de Alberto Iglesias, recuperamos la pregunta que en otras ocasiones nos hemos formulado, y es por qué el compositor vasco interesa menos a los aficionados a las bandas sonoras, al menos al nivel que por su talento y calado, debería. En el Club MundoBSO lo planteé del siguiente modo:
¿Por qué al aficionad@ a la música de cine le interesa tan poco el compositor vasco, con TRES nominaciones al Oscar? No es estadístico, pero sí representativo: raramente una BSO que se destaque en portada como la "BSO destacada" tiene menos de 300 visitas el primer día, pero con Iglesias no es ni la mitad. Y no es solo este mediometraje: es cualquier obra de Iglesias. Luego la curva se corrige y las visitas suben más o mucho más, porque el 80% de los que consultan MundoBSO no son aficionados ni coleccionistas sino cinéfilos y demás, que o se enteran más tarde, cuando sale en los buscadores, o visitan la web menos regularmente o simplemente esperan a haber visto la película. Pero la primera "hornada" con Iglesias es siempre (siempre!!) muy floja, lo que no sucede con otros compositores españoles. Es decir, independientemente de que no se haya escuchado la BSO o visto la película, hay una tendencia a mirar "a ver cómo la valora MundoBSO", lo que no sucede con Iglesias. Tampoco se ven conversaciones o debates en torno a lo que hace. ¿Demasiado sofisticado? ¿Poco ortodoxo? ¿Aburrido?? Si estas cosas me importaran -y no me importan en absoluto- creo que podría calificar a Alberto Iglesias, a la usanza hollywoodiense, como "veneno para la taquilla" en lo que respecta a MundoBSO.
Carlos Martínez Osorio dio la primera respuesta: "Nos cuesta escucharlo fuera de las películas, es muy bueno, pero no es de escucha agradable fuera del filme como pueden ser Williams, Morricone, Horner o muchos otros, el no cinefilo busca en la banda sonora un placer sonoro o un acompañamiento que en Iglesias es mas complicado (no es mi caso, a mi Iglesias me encanta), es más duro de escuchar y no es lo que busca un no cinefilo a la hora de buscar música de cine"
Luis Carlos Espinosa: "A mí me gusta muchísimo Alberto Iglesias, le sigo desde los tiempos de Tierra (96) y creo que su inventiva, armonías y sofisticadas melodías están en otra liga, no entiendo cuando la gente dice que es aburrido, no tiene melodías, cuando ha creado algunas de las mejores de todo el cine europeo durante dos décadas (que le pregunten a Giacchino por el tema de Up...) Ahora bien, entiendo que los aficionados buscan (buscamos) en nuestra zona de confort de escucha una inmediatez y un tipo de banda sonora sinfónica que este señor no hace, no creo que porque no sepa, sino porque no le da la gana. Pero vamos, que sería lo mismo si hubieran seguido trabajando en el cine de hoy Richard Robbins, Richard Rodney Bennett, Toru Takemitsu, Leonard Rosenman o, no me voy tan lejos, el mismo Bernard Herrmann. El propio Herrmann cuando publicó sus albumes con Decca en los 70 que recopilaban suites de sus bandas sonoras, dijo que era porque casi ninguna de sus obras para el cine había tenido edición discográfica, porque las compañías no las consideraban comerciales. De hecho, hasta mediados de los 70, Herrmann tenía tan solo 2 o 3 LPs editados. De sus trabajos con Hitchcock solo se publicó oficialmente Vertigo, e incluso en el LP de Taxi Driver tuvieron que grabar media cara con arreglos pop para poder editarlo. Con esto me pregunto, ¿si ahora apareciera la banda sonora de Psycho, en comparación a Ben-Hur o Captain from Castile, ¿los aficionados le haríamos algún caso, o la consideraríamos un rollo intelectualoide? Me refiero a si fueran films nuevos, no que se editaran ahora que son clásicos. Y volviendo a Iglesias, el grueso de su obra ha estado vinculada a directores como Julio Medem y, sobre todo, Almodóvar, que no creo que sean directores que interesen mucho a los aficionados, sobre todo el manchego. Sobre el disfrute solo dentro de las películas creo que es relativo, pues Hable con ella (02) y Volver (06), ambas, vendieron más de medio millón de copias en Francia (no aquí, claro), siendo ambos discos de oro. Era cuando se vendían discos, ahora esa comparación sería imposible. Iglesias es, además, uno de los compositores más queridos y valorados por los propios compositores de todo el mundo, y con muchísimos seguidores acorde a sus discos en YouTube y SpotiFy, pero no son los aficionados a las bandas sonoras, son otros. En el fondo, mejor para él"
Guillem Duran Berthom: "Yo creo que la eterna colaboración de Alberto Iglesias con Almodovar acaba menguando el interés por el compositor por lo predecible de la ecuación. El efecto johnny depp que acaba saturando con sus colaboraciones con Tim Burton. A mí me encanta Alberto Iglesias, y yo sí lo escucho separadamente de sus películas"
Al respecto, publiqué el 22/03/2019 un editorial titulado Iglesias no interesa mucho, en el que destaco unas líneas:
"Donde nosotros tenemos 38 comentarios publicados de sus bandas sonoras -ningún otro sitio web en el mundo tiene más material comentado- desde BsoSpirit informan que le han dedicado tres reseñas, y en Asturscore dan la cifra de también tres bandas sonoras suyas comentadas. Y en ambos lugares ninguna de una película de Almodóvar, cuando se trata del binomio más importante del cine español (...) se lee en las redes sociales comentarios y debates sobre lo que hacen Baños, Velázquez, Gaigne y otros, pero de Alberto Iglesias son muy pocos los que hablan salvo para celebrar que es el compositor más internacional de nuestro cine (...) Sin embargo quienes sí hablan de él y frecuentemente son los propios compositores, sus colegas, y generalmente en términos de admiración y respeto. Y naturalmente la prensa generalista y los medios de comunicación (...) Pero hay una distancia con el aficionado. Tengo la impresión que se debe a que Iglesias no es un compositor de melodías fáciles y reconocibles, de las hechas para gustar, y que junto a la sofisticación de su música (y eso que no es un compositor complejo sino, al menos en el cine, llano y directo) puede que genere menos empatía y los aficionados lo vean un autor distante y de difícil explicación emocional. Pero yo sí creo que Iglesias es un compositor muy emocional (...) con obras más interesantes y otras que no lo son tanto, pero que genera material apasionante sobre el que disertar"