Nuestro amigo Gabriel Torrent nos plantea lo siguiente:
Las descargas ilegales de bandas sonoras, como de cualquier música o películas etc están a la orden del día y creo que es hipócrita negarlo. Es evidente que una banda sonora descargada es una banda sonora menos que se vende, y a pesar de todo la cantidad que se editan es muy grande, como si no se notara ningún efecto. ¿Realmente afectan a las ediciones legales las descargas? ¿Están en peligro las bandas sonoras?
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Mientras haya películas con música habrá bandas sonoras y posibilidad de disfrutarlas, analizarlas y debatirlas, porque la edición física o digital de la música de cine es solo un complemento, y de su existencia no depende el futuro de la música de cine. Puede parecer una obviedad y es conocida mi postura al respecto, pero no es un comentario gratuito, puesto que los coleccionistas de bandas sonoras son una minoría en relación a quienes les gusta o interesa la música de cine. Un dato importante a tener en cuenta que obtengo a partir de una encuesta que hice en la versión anterior de MundoBSO, hace alrededor de cuatro años, y que arrojaba una proporción del 60% no coleccionista (aunque compradores ocasionales) frente a un 40% coleccionista o compradores habituales. Creo que será bueno volver a plantear esta encuesta para obtener resultados actualizados, y lo haremos en breve.
No sé si la industria discográfica de bandas sonoras ha tocado techo, pues tiene un caladero relativamente grande donde poder vender. Hay que tener presente que un porcentaje no creo que despreciable de esas ventas vienen por la propia película: si tiene éxito se venderá más la banda sonora y si no lo tiene costará colocarla. Por otra parte, teniendo solo en cuenta al coleccionista o comprador habitual el porcentaje de quienes lo compran todo es irrisorio, comparativamente, y generalmente unas ventas buenas compensan otras que no lo son tanto.
Pero la descarga existe y el agujero que deja genera pérdidas a las discográficas y también a los autores. Y aún así se editan una enorme cantidad de títulos al mes: en MundoBSO estamos sistemáticamente colapsados para intentar abrir las correspondientes fichas a tiempo. El volumen de ediciones legales es ingente, lo que demuestra que la situación no aparenta ser tan dramática. Pero no conozco este terreno tanto como para poder hacer afirmaciones sin que pueda cuestionarlas: un productor discográfico me explicó que es mucha más la gente que muestra en las redes sociales su alegría o entusiasmo por la salida de una banda sonora que la que finalmente la llega a comprar, y que las diferencias entre la cantidad de likes o de comentarios y la de ventas es a veces abismal. Lo explicitaba con las bandas sonoras españolas, que nadie compra, pero que se compensa con tiradas de menor cantidad y sobre todo con las ventas internacionales.
Pero existe la descarga ilegal, y es evidente que de no existir habría más ventas. O puede que no: ¿cuánta gente podría asumir el coste? Además de las medidas policiales, que salvo en países concretos no parece que puedan hacer mucho, supongo que el mejor sistema para convencer que vale la pena pagar es ofrecer ediciones impecables, con libretos y textos atractivos, portadas bonitas y precios muy asequibles. El que muchas bandas sonoras ya solo se vendan en formato digital y no físico es una forma de facilitar ese acceso. ¿Pero pudiendo obtenerlo gratis la gente va a pagar? ¿Cómo evitarlo?
No tengo respuesta y por ello abro este tema para dar paso a respuestas, si las hubiera. Debo decir que la petición más clamorosamente frecuente que llega a MundoBSO ha sido siempre que facilitemos enlaces de descarga a bandas sonoras. Jamás lo hemos hecho y jamás lo haremos. No es justo ni para las discográficas ni para los compositores, y no es legal. Es nuestra única manera de combatir la descarga. Aunque algunos ni nos lo agradezcan.