Crónica de Mario Pons Sansegundo
La última mañana del festival fue el turno del encuentro de Yasunori Mitsuda y Robert Folk, y porque ambos auguraban un gran numero de asistentes se hizo un cambio de última hora con el traslado de los encuentros de la Sala Rossini del Cervantes a una de las mayores salas del Cine Albéniz. La predicción se cumplió con creces y el numero de asistentes fue el doble de lo normal llegando a las 60 e incluso 70 personas en el caso de Mitsuda.
Robert Folk fue el primero en asistir al encuentro, bromeando sobre lo duro que levantarse tan pronto cuando la noche anterior se fue tarde a dormir. Fue un coloquio relajado, no muy ameno y un poco cargante, sobre todo para aquellos que asistieron a la masterclass del primer día del festival, pues muchas de las cuestiones se repitieron y además estaba el tema de los formatos de los encuentros, con demasiadas traducciones. El público, a la vez, parecía muy cansado y se notaba que era el último día, algo que no ayudaba en absoluto. Folk habló de nuevo sobre sus inicios en el mundo de las bandas sonoras y el inicio de su pasión por la música, preguntas ya recurrentes en los encuentros. Habló sobre algunas anécdotas personales y aunque habló de nombres importantes de la industria como Williams, Barry, Bernstein, Snow o Horner, lo cierto es que el coloquio se hizo algo lento. Expresó también su diversión componiendo con exóticos instrumentos para Ace Ventura: When Nature Calls (95), y confesó que Jim Carrey se pasaba por las sesiones de grabación haciendo cientos de bromas y molestando incluso a los músicos con burlas a Folk cuando dirigía, siempre con una sonrisa y con mucho agradecimiento a la orquesta. Hacia el final del encuentro, se animó a comentar anécdotas relacionadas con algunos de los cotilleos entre parejas que habían en los proyectos en los que participaba, algo a lo que dio aún más cancha Isabel Vázquez y que aunque era divertido, carecía de interés para el propósito del encuentro. A destacar que Folk se comportó de manera muy respetuosa, siempre mostrando su lado más relajado y sincero y con una bondad y tranquilidad a la hora de las firmas y fotos pocas veces vistas en este tipo de eventos, aún sabiendo que el compositor estaba muy cansado de toda la semana y sobre todo por la noche anterior.
El encuentro de Mitsuda fue muchísimo más ameno que el resto de coloquios y su formato muy diferente. Su trayectoria fue repasada en apenas 20 minutos y se le preguntó también sobre aspectos de su vida personal y su forma de trabajar. Durante esa media hora se habló sobre cómo en su juventud y ya en casi su primer proyecto exigió ante su superior que su tarea era componer y se había adentrado en el proyecto para crear y narrar con música y no para hacer tareas diferentes más relacionadas al sonido y cosas más técnicas. Habló sobre cómo afrontó con mucha felicidad el inicio de su carrera con Chrono Trigger (95) y también se le preguntó sobre cómo creía que estaban valorados los compositores de videojuegos frente a los del cine o series de televisión, a lo que respondió que cada vez estaban mucho mejor valorados y que algunos compositores de cine se habían pasado incluso al más novedoso de los sectores audiovisuales. Confesó que le apasiona trabajar y extenuarse con su trabajo de composición y que se lee el guión de todos sus proyectos una decena de veces o más para conocer a los personajes y la trama que ha de narrar musicalmente, llegando a imprimir el diseño de los personajes y colgándolos en su estudio, además de analizar sus situaciones para ver como caracterizarlos con música. El resto del encuentro, más de media hora, fue lo más interesante ya que fue el turno de las propuestas del público, con unas 10 o 15 preguntas, algunas de música para sus videojuegos, otras sobre su manera de componer y otras ya más personales o relacionadas con sus proyectos. Indicó que tiene un proyecto en ciernes que alegrará mucho a los jugadores y fanáticos de su música y también expresó que le encanta el cine italiano y que uno de sus compositores favoritos es Ennio Morricone, además de Jerry Goldsmith. Por último, se le preguntó por sus colaboraciones con grandes nombres como Akira Toriyama (el creador de Dragon Ball) o Nobuo Uematsu (compositor de Final Fantasy) y también sobre su personaje y juego favorito de los que ha trabajado, llegando a decir que ha jugado varias veces a los juegos en los que trabaja y que uno de los que más le marcó fue Xenogears (98)
En general fue un encuentro muy acertado, con un formato muchísimo más interesante que los que habían habido en el festival pero hubo una impresión general, compartida por el público, de falta de información y pérdida de la misma a través del traductor. Estaba claro que el traductor se perdía tanto con las preguntas que le hacía el público como con las respuestas del compositor, con algunos momentos embarazosos en los que alguna parte del público tenía que ayudar incluso al traductor para comprender de qué se estaba hablando.
Llegó el momento del concierto de clausura del festival, un momento sin duda maravilloso y de emociones varias que estaría protagonizado por la magnífica música de un respetuoso y muy cordial John Debney, que mantuvo la gratitud y alegría durante todo el concierto. Muchos momentos interesantes los protagonizaron justamente sus palabras y también, claro, la música del compositor, todo ello en un Teatro Cervantes llenísimo, con más asistentes que el concierto de clausura de John Powell en la anterior edición, lo que demuestra que MOSMA va ganando mucho más protagonismo en la ciudad de Málaga.
Antes de la llegada de Debney al escenario, Oscar Senén dirigió toda la primera parte con la Orquesta Filarmónica de Málaga y los Coros de la Catedral de Córdoba, en una magnífica interpretación de los temas de Zathura (05) Elf (03) Hocus Pocus (93) Bruce Almighty (03) The Greatest Showman (17) Dream House (11) Ant Bully (06) y una soberbia, impresionante y épica suite de Lair (07) con la que todos estallaron a aplausos y que fue uno de los puntos álgidos del concierto. En la primera parte, tanto director como orquesta lo dieron todo y no hubo ningún fallo: de hecho, fue uno de los mejores conciertos a los que yo he asistido en España, superando con creces las expectativas de mucha gente del público.
Tras el intermedio, Debney subió al escenario para recoger el premio MOSMA 2019 y tuvo palabras para el festival, alabándolo e indicando que había sido una de las mejores experiencias de su vida profesional y felicitando muchas veces a la orquesta. A continuación amenizó la segunda parte del evento de manera muy acertada: antes de cada pieza, explicaba alguna anécdota o incluso el porqué de la música que iba a presentar, narrando algunas escenas o informando al público sobre cómo había conseguido cierto proyecto. El programa consistió en piezas tan emotivas como las de Dreamer (05) Evan Almighty (07) Eliza Graves (14) The Orville (19) o The Jungle Book (16), además de las divertidas The Princess Diaries (01) o las magistrales Cutthroat Island (95) y The Passion of the Christ (04). Las dos últimas fueron momentos clave y de éxtasis del evento, logrando que el público rompiera a aplausos levantándolo de los asientos de manera inmediata y permitiendo ver cómo a John Debney se le había caído alguna que otra lágrima dirigiendo a la orquesta. Una indirecta a Hans Zimmer y compañía sobre cómo deberían sonar las bandas sonoras de piratas y unas últimas palabras sobre la música siendo un lenguaje universal y lo emocionante que había sido el festival para él dieron fin al último evento del MOSMA 19.
Para concluir con estas crónicas co-escritas con mi gran compañero Ignacio Marqués Cuadra, ambos queremos dedicar unas líneas para dar una visión general de lo que es y puede ser el MOSMA y agradecer a personas que han ayudado a que la experiencia sea vivida al completo y en su mayor esplendor.
Esta edición ha sido bastante superior en cuanto a eventos y asistencia y el plantel ha sido espléndido, contando de nuevo con compositores en pleno auge, maestros de décadas anteriores, grandes descubrimientos españoles con carreras catapultadas y con alguna otra sorpresa magistral de otros continentes como la gran Asia. Los conciertos del Cervantes han sido apabullantes y el resto bastante correctos, con mucha variedad de formatos y en lugares distintos, aunque se ha notado cierta falta de organización y preparación en alguno que otro.
Uno de los mayores problemas, no por Isabel Vázquez, que realiza una labor muy respetable, sino por el formato, han sido los encuentros, que necesitarían de algún lavado de cara para poder aprovecharse al máximo estas grandes oportunidades de conocer algo más de los compositores y su vida profesional. Otro gran problema ha sido la escasa antelación con la que han avisado tanto de plantel como de días y de actividades para el festival, con poco más de un mes de aviso. Pero a rasgos globales la edición 2019 ha sido muy notable y ha dado un paso adelante respecto a la anterior, por lo que la valoración general es muy positiva.
Ignacio y yo queremos agradecer sobre todo a la organización de MOSMA con nombres ya importantes y respetables en la industria como David Doncel, David Sáiz, Juan Ramón Hernandez, Fernando Fernández, Isabel Vázquez, Oscar Senén, Joan Martorell y un largo etcétera. Destacar también, por supuesto, a Conrado Xalabarder por brindarnos la oportunidad de escribir en completa libertad en MundoBSO, la mayor web de bandas sonoras del mundo. Felicitar a los compositores Isabel Royán, Paloma Peñarrubia, Arturo Cardelús, Roque Baños, Sergio de la Puente, Olivier Arson, Leo Birenberg y Zach Robinson, Siddharta Kosla, John Debney, Daniel Pemberton, Robert Folk y Yasunori Mitsuda por sus enormes músicas y sus carreras en crecimiento.
Finalmente, Ignacio y yo queremos agradecer infinitamente a gentes como Gorka Oteiza, padre de una de las webs más influyentes y también en auge SoundTrackFest, por facilitarnos cualquier cosa que pudiéramos necesitar. Y a Jaume Piquet, Asier Senarriaga, Alberto Elías, Dani Díaz Benito, José Muela, Luis Rico, Joan Bosch, Sergio Hardasmal, Rafa Melgar y en especial a dos personas increíbles que han hecho mucho más amena nuestra vida en el festival: Iván Palomares y su mujer Martita Cañas García.
Ignacio Marqués y Mario Pons
-----------------
En nombre mío y de MundoBSO me sumo al agradecimiento a todas y cada una de las personas citadas y a MOSMA por las facilidades dadas a Ignacio y Mario para desarrollar su tarea, la cálida acogida y el afecto dispensado. Y añado evidentemente un agradecimiento personal a Ignacio y a Mario por su generosidad, honestidad, y por haber compartido su pasión con nuestros seguidores. MundoBSO es mejor con ellos a bordo. El próximo año, más y seguro que mejor.
Conrado Xalabarder
Foto portada, de SoundTrackFest