El pasado domingo 9 de octubre, en el incomparable escenario modernista barcelonés del Palau de la Musica -orgulloso Patrimonio de la Humanidad arquitectónico en la capital catalana- tuvo lugar un extenso e intenso concierto dedicado a las músicas de filmes de las sagas de cómics Marvel y DC, cuyas bandas sonoras son también orgullosos Patrimonios de la Humanidad. El título del concierto, Marvel Vs. DC, podía dar a entender un enfrentamiento o rivalidad, pero lo que aconteció fue una bellísima, solvente y poderosa hermandad de músicas.
Gerard Pastor asumió un gran reto al ponerse frente a la Franz Schubert Filharmonia y dirigir todo el concierto sin partitura alguna, confiando en su conocimiento de todos los temas y encomendándose a una formación orquestal que respondió de manera enormemente profesional y absolutamente competente y satisfactoria a un concierto que, por su extensión e intensidad, fue difícil y agotador. La sala, con cabida para dos mil personas, tenía un lleno considerable -aproximadamente, pero sin ser preciso, un 80%-, y a la vista de la interactuación del público, mucha de la gente asistente era seguidora de los superhéroes de ambas editoriales. A priori el programa (quince temas y suites) podía provocar cierto cansancio o saturación entre el público, dada la sucesión de músicas épicas, enfáticas, fanfárricas, sin descanso. También entre los intérpretes, dada la complicación de las músicas, los frecuentes cambios de compás y de estilos: piezas como la de Benjamin Wallfisch para Shazam! (19), por ejemplo, son de escucha fácil pero de ejecución difícil. Pero realmente no hubo cansancio ni saturación en el público y la orquesta aguantó muy bien hasta el final.
Fue un concierto donde uno de los mayores protagonistas fue Danny Elman, de quien se disfrutaron selecciones de Spider-Man (02) Batman (89) Hulk (03) Batman Returns (92) -el tema de Cat Woman- o Justice League (17). También se escuchó Elektra (15), de Christophe Beck, Captain Marvel (19) de Pinar Toprak o la atronadora y maravillosa Conan de Barbarian (82), concretamente el Anvil of Crown, de Basil Poledouris. No hubo pausa en el concierto, aunque sí reposo: a mitad del repertorio entró Hans Zimmer con Wonder Woman 1984 (20), de la que se seleccionó Lost and Found, un tema muy apacible, que era poco conocido entre el público y que gustó mucho. Alan Silvestri y la saga iniciada en The Avengers (12) fue uno de los platos fuertes del concierto, como también el que se incluyera de Superman (78), aparte del tema principal, el March of the Villains, creo que inédito en concierto. De John Williams también sonó el Parade of the Ewoks, de Star Wars: Episode VI - Return of the Jedi (83), pero no fue un error de programación: evidentemente la saga Star Wars no forma parte ni de Marvel ni de DC, pero Marvel sí editaría a posteriori cómics sobre los Ewoks tras la película, así que de alguna manera este tema homenajea este salto del celuloide al papel, cuando el proceso normal es el contrario.
Las ovaciones, bravos y vítores se sucedieron en los finales de bastantes de las piezas y la despedida final fue absolutamente atronadora: el público dio calurosísimamente las gracias a director y orquesta por el trabajo tan bien hecho. Intregada por músicos jóvenes (una media de edad de 30 años) la Franz Schubert Filharmonia se posiciona como una formación a tener en cuenta en lo que se refiere a conciertos de música de cine, por la profesionalidad y solvencia mostrada y demostrada. Son garantía de buen concierto.