La película The Bad Seed (56) es muy poco conocida: se trata de una adaptación de una obra teatral que a su vez versionaba una novela. El argumento: Rhoda es una niña perfecta hija de un matrimonio perfecto... pero cuando no gana una medalla del colegio que creía merecer, terribles acontecimientos comienzan a suceder.
Por alguna extraña razón, Mervyn LeRoy, el director, eligió reproducir casi literalmente lo que había visto en los escenarios, especialmente el modo de interpretar de los actores, que aquí resultó exagerado y muy hiperbólico. Esto se trasladó a las decisiones musicales con la música original de Alex North. De la obra escénica se tomó el uso de la canción popular Au clair de la Lune, de Siglo XVII, pero además de su empleo diegético -que seguramente sería el mismo que en el teatro- se le dió una aplicación extradiegética de máximo interés: pura perversión y corrupción de tan inocente y cándida música.
Pero hubo más: la música de la madre, con sus aires de tragedia shakesperiana y tono entre medieval y renacentista, le confirió al personaje y a su sufrimiento un aura casi de tragedia griega. El punto de destino de su tema musical es absolutamente extraordinario.
Es una joya desconocida pero única