Segunda entrega de esta serie personal en la que explicamos sin orden de preferencia cuáles son, a juicio de Conrado Xalabarder, las mejores bandas sonoras de la Historia.
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2.- VERTIGO (Alfred Hitchcock, 1958). Música: Bernard Herrmann
No comprendo el entusiasmo y la devoción que se siente por la música -y concretamente el tema principal- de Bernard Herrmann para Vertigo (58) cuando se la señala como paradigma de la música romántica, especialmente en la famosa secuencia del beso.
¿Romántica? Yo es que creo que es una de las bandas sonoras más crueles, inmisericordes, canallas de la Historia del Cine. Y sí, claro que que toda ella es una maravilla, una obra maestra única, excepcional, nunca antes se había hecho nada igual y nunca después se ha hecho nada similar, ¡pero de romántica no veo nada! En el vídeo que en su momento hice lo expliqué, creo que también lo demostré: esa música (en particular el tema principal) sale del personaje protagonista, de sus emociones... para luego arrastrarlo por el fango, hundirlo en la miseria, hacerlo patético y finalmente darle una puñalada más salvaje que todas las que recibió Janet Leigh en la ducha, un par de años después. Ese plano final con la música...
Puedo comprender al pobre protagonista, pero ni Hitchcock ni Herrmann sienten compasión alguna por él: buscan destruirle y para eso utilizan la música.
Puedo comprenderle porque no es un despreciable machista y egoísta que solo piensa en sí mismo y a quien los sentimientos ajenos (de Judy) le importan un pimiento. No lo es: está desquiciado, necesita ayuda psiquiátrica, está enfermo. ¿Es acaso normal presionar obsesiva e irrespetuosamente a una mujer para que deje de ser ella y sea otra? ¡A Scottie no le importa Judy, solo quiere que se transforme en su añorada Madeleine! Sí, sabemos que todo ha sido un engaño y que ella tiene mucha parte de la culpa, pero eso no resta un ápice a la gravedad de su comportamiento deplorable, incluso aunque sea psicológicamente explicable.
Pero no hay romanticismo alguno en la música de Vertigo, en el sentido que todos entendemos que es lo romántico. Quizás sí en la primera parte del filme (puesto que aunque con un aire triste sí es música romántica), pero no desde luego en la segunda parte, donde todo lo que se ve desde la música es enfermedad, desolación e infierno, llevando a Scottie a niveles de patetismo, muy especialmente en la escena del beso, ¿qué hemos como audiencia de celebrar en un hombre que para recuperar a una mujer ha eliminado a otra?. La música del tema principal representaba un sentimiento honesto, puro, de Scottie hacia Madeleine, para volverse, cruel e inmisericordemente, en arma de su destrucción. Me parece sublime, superlativo, increíble. Una genialidad total de Hitchcock y de Herrmann...
Soy incapaz de sentir emociones positivas con esa música y mucho menos en la hiper-referenciada escena del beso: yo no veo romanticismo alguno en una de las bandas sonoras más crueles y también una de las mejores nunca hechas.