Cuarta entrega de esta serie personal en la que explicamos sin orden de preferencia cuáles son, a juicio de Conrado Xalabarder, las mejores bandas sonoras de la Historia.
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4.- THE GODFATHER (Francis Ford Coppola, 1972). Música: Nino Rota
Francis Ford Coppola hizo The Godfather cuando contaba poco más de treinta años de edad, tenía ya cierta experiencia como director, e incluso había ganado un Oscar, como co-guionista de Patton (70). Afrontó la adaptación de la novela de Mario Puzo con tanta ambición creativa y artística como complicaciones y dificultades que se le volvieron en contra. Hay incontables textos y horas de material videográfico explicando todos los entresijos de esta película llamada a ser un fracaso y convertida en un monumental éxito financiero y de crítica.
A Coppola se le reprochó pese a todo que presentara una imagen casi bucólica de lo que era una familia de asesinos, que normalizara lo que no era aceptable que se presentara como normal. Sin embargo, lo que hizo fue mostrar a los Corleone tal y como ellos vivían y veían las cosas, desde sus puntos de vista, sin juicios de valo, y en esta decisión inédita y valiente fue decisiva la perspectiva dramática de la música de Nino Rota.
Efectivamente, en las películas de mafias y gánsters -y podemos remontarnos a aquellas maravillosas películas de los años 30, con James Cagney y tantos otros- la filosofía era siempre la del crime doesn't pay, esto es, que los criminales siempre deben pagar por sus actos. Y con esa idea, la condena ya solía venir de antemano en las presentaciones de personajes oscuras, turbias, marginales... y con músicas siempre a la contra, mostrando y enfatizando las vilezas o la falta de moral.
Pero en esta película no fue así, no era lo que quería mostrar Coppola y para tal fin hizo un uso magistral de la música, posicionándola junto a los personajes, en lo bueno y también en lo malo. De alguna manera, la música serviría para que la audiencia se pudiera sentir en la piel de los Corleone, percibir como propias sus experiencias y emociones, y, sí, también empatizar con ellos. Los Corleone son una familia unida, que se ama, se respeta y se ayudan. ¿Qué sentido tendría aplicarles música de maldad si ellos no se ven a sí mismos como malvados ni tienen dilemas morales?
Esta es una de las razones por las que la música de Rota es tan sentimental y hermosa, pero no tiene nada que ver con ensalzar el crimen y la mafia sino con mostrar el punto de vista de los Corleone.
Creo bastante evidente que el guion musical fue creado por Coppola y no por Rota, que se debió limitar (y no es poco) a entregar las músicas solicitadas. Lo afirmo porque nada hay en la trayectoria del compositor milanés que evidencie conocimiento sobre las técnicas narrativas en el cine: ni una sola declaración sobre el arte de hacer cine con la música. En otras palabras: Rota podía no saber nada de cine, pero con su música otros (Fellini, Visconti, el propio Coppola) hicieron muchísimo cine. No hay nada peyorativo en ello: hay compositores que son cineastas y compositores que no lo son. Pero lo creo especialmente porque la música es absolutamente capital para marcar y evidenciar esas pautas y perspectivas internas nada sentenciadoras con las que Coppola quiso mostrar a los Corleone. En otras palabras, también: la música era un elemento determinante para alcanzar ese propósito y un riesgo alto de estropearlo todo en caso de, nunca mejor dicho, errar los tiros musicales.
Pero no hubo errores, sino todo lo contrario: una magistral lección de cine hecha desde la música. Todo en base al uso de tres temas centrales:
Con estos tres temas, y algunos secundarios, Coppola diseñó un guion musical que Rota consolidó con su maravillosa aportación. Un hito en la Historia del Cine que tendría una segunda parte en 1974, pero con un planteamiento musical que, aunque igualmente magistral, sería diferente.
Películas anteriores: