La edición de los Premios Oscar de 1972 fue realmente singular por dos razones muy poderosas: la descalificación de Nino Rota y el confuso Oscar otorgado por el filme Limelight (52) a quien no había trabajado en el mismo.
Rota había sido inicialmente candidato por su fenomenal trabajo en The Godfather (72), pero al saberse que uno de sus tres temas centrales (el tema de Sicilia) era una versión del tema principal de Fortunella (58) -cuya inclusión fue consensuada con el director Francis Ford Coppola- se retiró su nominación y fue reemplazado por la banda sonora de Sleuth (72) de John Addison. Dos años después Rota ganaría el Oscar por la segunda entrega de la trilogía de los Corleone... que tenía música de la primera parte.
Pero lo que concierne a Limelight es mucho más extraño. Que siendo una película de 1952 ganara veinte años después se explica porque el filme se estrenó en Los Angeles en 1972: había sido prohibido tras la campaña de acoso y derribo del mccarthismo contra Chaplin, que le llevó a exilarse en Europa. En la ceremonia de los Oscar de 1971 Chaplin fue galardonado con un Oscar honorífico que fue masivamente publicitado dado que para recibirlo el genial actor, director, productor, guionista y compositor regresaba veinte años después a Estados Unidos, que se rendía a sus pies. Columbia Pictures aprovechó la coyuntura para estrenar la película, que tuvo un enorme éxito comercial. Y por eso pudo optar a los Oscar competitivos de 1972. Lo que no tiene mucha razón ni explicación es que figurasen como finalistas -y finalmente fueran ganadores- los arreglistas cuando el único nominado debería haber sido Chaplin.
Meses antes de iniciar el proceso de candidaturas la Academia preguntó a Chaplin a través de un tercero si, dado que él no escribía música, quería que figurasen en la lista de posibles candidatos sus arreglista(s). Oona Chaplin, su esposa, respondió por telegrama:
Solo Charlie compuso Limelight. Sin embargo contesta que no le importa si los arreglistas comparten créditos.
La forma en plural de arreglistas dio ciertos quebraderos de cabeza a la Academia. Chaplin nombró a su estrecho colaborador y amigo Ray Rasch (que había fallecido en 1964) y a Russell, sin especificar más. Por razones que enseguida se explicarán, la Academia incluyó en la lista de posibles co-candidatos a Larry Russell, un arreglista que trabajó en el Hollywood de los cincuenta y que había fallecido en 1954 a la temprana edad de 40 años, pero que no tuvo ninguna participación en la película de Chaplin. Consta, eso sí, que el 12 de septiembre de 1951 Russell escribió una carta al director ofreciéndose para trabajar en la película pero Paul Rasch, hijo de Ray, afirmó que nunca oyó a su padre hablar de él, no aparece en los créditos y no existe una sola fotografía que demuestre que estuvo en la producción.
En enero de 1973 Inez James Russell, viuda de Larry, contactó con ASCAP (American Society of Composers, Authors and Publishers) para hacerles saber que su marido era, de hecho, co-autor de la banda sonora junto con Ray Rausch (sic) y Charles Chaplin, haciéndoles saber que a su marido le correspondía el 33% de los derechos autorales de la música y que esperaba el ingreso a su cuenta a la mayor brevedad. Sin embargo, a consultas de la propia entidad, en el registro del copyright solo figuraba Chaplin como autor. El 13 de febrero se anunciaron las nominaciones y por presiones de Inez James Russell -que formaba parte de la junta de la Academia, en la rama musical- se incluyó a su marido como candidato. Dado que Chaplin no contestaba a los requerimientos de información que se le enviaron para aclarar la participación de Larry Russell, la Academia mantuvo la candidatura. Eso enfureció y frustró a Paul Rasch, que llegó a plantearse demandar al mismísimo Chaplin, pero tuvo que desistir por falta de dinero y par la advertencia de John Green (entonces al frente de la rama musical de la Academia) que si seguía adelante descalificarían a Larry Russell pero también a Ray Rasch.
Finalmente los tres ganaron... y Chaplin reaccionó (tarde y mal) mostrando su disgusto porque el premio daba a entender que él era solo un co-autor de su propia banda sonora, allá donde ni siquiera reconocía la labor de Larry Russell. Tarde y muy mal. Y además cimentaba las pretensiones monetarias de la viuda de Russell. Chaplin no estaba sindicado en Estados Unidos y vivía en Europa, por lo que renunció a la vía judicial. Lo que sí hizo fue hacer un pequeño cambio en los créditos iniciales del filme e incorporar a Ray Rasch (como co-arreglista, eso sí) y ningunear a Larry Russell.
Pero no es el fin de la historia. Entra en acción Russell Garcia. En una entrevista de 1985 a Soundtrack declaró:
Trabajé en la película de Charles Chaplin Limelight. Fue una gran canallada lo de años después. Chaplin escribió los temas, las melodías, tenía verdadero talento. Ray Rasch era su pianista y Chaplin le dijo "Ray, ¿por qué no orquestas esta película?" Ray accedió pero no sabía orquestar así que me llamó y orquesté toda la película.
Explica Garcia que entró en el filme por amistad con Keith Williams, director de orquesta sí acreditado en la película, y que Chaplin tocaba la melodía con un dedo sobre el piano y él la desarrollaba para orquesta. Continúa comentando que Chaplin debió haber sido nominado él solo, pero que el hecho de que se incluyera a Larry Russell -por quien Garcia muestra palabras de respeto profesional- era un sinsentido: Larry Russell no tuvo absolutamente nada que ver con la película.
No se conocen más detalles de todo este extraño suceso: los que vivieron durante la creación de la música ya no viven; los testimonios de sus descendientes son, y es lógico, de parte interesada. Es posible que la pretensión de la viuda de Larry Russell y la desmemoria de Chaplin cuando citó a Russell, sin especificar más, acabaran combinándose para darle el Oscar a la persona equivocada. Probablemente nunca se sepa la verdad completa.
(fuente: Lochner, J. The Music of Charlie Chaplin. McFarland, 2018)