Cuarta temporada de la serie 24 (01)
(Reseña de Mario Pons Sansegundo)
Ya expliqué en la primera temporada la importancia del tema de Jack Bauer y la relación de este con el tema principal: "24" es Jack Bauer y por tanto el tema de "24" es el tema del protagonista y además comenté como todos los temas que se crean más adelante son temas que acompañan al protagonista o temas de personaje adecuados a la relación con el agente federal más importante de la televisión en su momento.
Hay muchos cambios en la estructura de la serie en esta cuarta temporada y para empezar se va a echar en falta uno de los temas secundarios más importantes: el de la familia de Jack Bauer. Y es que ya no se van a ver ni a la mujer del protagonista, porque está muerta, ni a la hija, porque en esta temporada no hay ni rastro de ella (está haciendo su vida, alejada de Jack) Sí aparecerá el tema (que explicamos en la segunda temporada) de la presencia del director, ahora directora, de la CTU: un tema dramático que se comentó en esa misma reseña. Además, en ella, comenté que el tema aparecería en la cuarta y sexta temporada, así que ya volveré a recordarlo. Otra de las importantes ausencias (tanto narrativamente como musicalmente, porque ambas van de la mano) es la del tema del presidente David Palmer con su victoria ante el terrorismo, que estaban directamente vinculados. Estos eran los únicos temas que se mantenían en la tercera temporada pero como ya he dicho, hay un cambio de estructura narrativa muy importante en esta temporada. Así, nos encontramos en la cuarta temporada de la serie, donde el compositor sigue esforzándose para acompañar con temas musicales de acción, dramáticos, melancólicos y algunos "chulescos", las aventuras del agente federal Jack Bauer. Y como siempre, la instrumentación seguirá siendo la misma: trompetas y secciones de viento ampulosas para el protagonista, importante uso del piano y cuerdas para melodías dramáticas y momentos tristes para eventos de muertes y sucesos impactantes, muchos sintetizadores y elementos electrónicos para la acción y una cantidad incesante de percusión que dará ese ritmo de agilidad a las escenas de persecuciones, que tienen una gran aparición en la serie. Es el estilo musical de "24" y aún se continua con ello, cuatro temporadas más adelante: algo que los fans y todos los oyentes de la música de "24" y Sean Callery agradecen. Y... nota mental: Tony Almeida, personaje secundario por excelencia y Chloe siguen teniendo una falta de tema que los personifique musicalmente.
Esta temporada es bastante inferior y vuelve a tener el mismo problema que siempre: la excesiva cantidad de música, muchas veces solo utilizada para acompañar escenas y en esta ocasión, encima con música bastante frívola e insulsa. Un poco más de 4 horas de música que en ocasiones se vuelve repetitiva e incluso muy poco efectiva, con el problema de caer en la exageración. Es en sus momentos dramáticos cuando Sean Callery se esfuerza más, algo de lo que carecía en la primera temporada y que ha ido mejorando como compositor a lo largo de la serie: la música de acción no tiene nada que sea destacable, la de misterio y tensión es abundante y muy mediocre. Hay una excepción, por eso, y es la potente música que suena cuando el Air Force One es atacado y estalla, con la muerte del nuevo Presidente de Estados Unidos (no David Palmer). Brutal.
Tampoco hay temas nuevos destacables por no decir que no hay ninguno: hay un intento de tema locativo para la CTU que hace aguas a medida que el tema avanza y se estanca y es muy poco reconocible. Lo único que se salva es la música que cuando Sean quiere, hace que case con las escenas más importantes de la temporada de una manera maravillosa y eso cada vez lo hace mejor. Música de tensión y misterio cuando Jack se reincorpora en la CTU tras haber sido suspendido por el uso de drogas en la temporada anterior aunque fuera para encubrirse en un grupo de terroristas: casa de una manera genial. Música dramática y triste para una escena en que Jack salva al hijo del secuaz del enemigo de la temporada y éste joven se redime de los problemas que estaba causando: vuelve a casar de maravilla.
Edgar Stiles, un personaje nuevo de la CTU, que se vuelve amigo de Chloe durante la temporada aunque comienzan discutiendo varias veces durante las primeras horas del día, tiene un intento de tema que no acaba de ser muy memorable y que es muy parecido a la música que tendría cualquier escena de la serie aunque se nota que se ha formado con labor y almenos es un poco más reconocible que los demás: está formado por una melodía misteriosa con algunos sintetizadores de por medio y una sección de viento un tanto peculiar. La ambientación e instrumentación son muy características de la música de la CTU. Hay una escena en particular, situada en la CTU, donde Chloe y Edgar Stiles han de hacerse con el control de unas plantas químicas que están siendo hackeadas por los enemigos. En ella, Sean Callery juega con el espectador de nuevo dandole briznas de esperanzas con una música optimista acompañada del piano y una parte en las que las cuerdas son magníficas pero en otros momentos hay dudas sobre si todo saldrá bien. La música de esta escena es maravillosa: es un excelente tema de tensión, posee una instrumentación muy cuidada y elegante y tiene un final de corte apoteósico en el que tras unos momentos de percusión, cuerdas y viento "in crescendo" para enfatizar esta tensión, un piano da pie a una sección de trompeta pura y una parte de cuerda maravillosa y casi mágica que da esa sensación de victoria que produce al espectador el saber que los protagonistas de la CTU tienen poder sobre las plantas de controles. Para un ejemplo de los momentos optimistas (00:28-01:01), siguiendo con momentos de tensión hasta llegar al final apoteósico que explicábamos (02:43-03:06) Atentos a estos minutos que os comento.
La mejor escena de toda la temporada (y en su día, un momento estelar en la televisión en general) es una en la que Jack Bauer captura a un agente del govierno chino para sustraerle información: durante la captura el agente sale herido de gravedad y lo llevan al hospital de la CTU, donde el exmarido de la ahora novia de Jack, Audrey Raines (de quién ya hablaremos más adelante) está ingresado por haber estado también, unos capítulos anteriores, herido de gravedad por salvar de una bala a nuestro protagonista. Obviamente, no hay agentes médicos suficientes en la CTU para salvar a ambos y Jack entra en un dilema crucial en su vida: salvar al agente chino para sustraer información de extrema importancia y salvar el país de un ataque terrorista o salvar al exmarido de su novia, quién unas horas atrás le había salvado la vida.
Jack Bauer no se lo piensa ni un instante más y se decanta por el agente chino mientras Audrey Raines, su actual novia, contempla como su exmarido empieza a sufrir un paro cardíaco al dejar de estar atendido por los médicos. Y esta es la escena, para quién quiera ver como la música desempeña un papel fundamental en el dramatismo de la escena, sin caer en la exageración y aumentando la tensión de esta. No hace falta decir nada más: simplemente brillante y la música eleva una escena que ya es impresionante de por sí y hace que sea una de las mejores escenas de toda la serie (aún siendo una temporada, en general, floja) Así, a partir de ahora, la música que abarcará la relación entre Jack y Audrey Raines no hace falta decir que será mucho más nostálgica, sentimental y triste, con el piano y unas maravillosas y simples secciones de cuerda muy íntimas y bellas, ya que Jack lo único que sentirá con ella es mucha culpabilidad. Para acabar, comentar, como casi siempre, la última escena de la temporada donde Sean acostumbra a sacar todo el arsenal y regalarnos una pieza maravillosa y es que esta temporada tiene el final con mejor música de todas.
En esta escena, Jack, que es perseguido por la mafia china, quien quiere el cuerpo del susodicho agente ya que a causa suya, el consulado chino de Los Angeles sufre de muchos daños por su culpa: muerte de personal, daños estéticos, etc... finge su propia muerte con ayuda de Chloe, Tony y Michelle. Entre los 4 trazan un plan que el espectador no conoce para que Jack pueda escapar y todo el mundo piense que Jack Bauer ha muerto, con cambios de identidad incluidos, etc... Los dos primeros minutos de música contienen elementos dramáticos pero sencillos, sin caer en la exageración, ayudada por una sección de cuerdas y piano más percusión simples pero muy efectivos, con una melodía optimista a cuerda para la misma parte en la que al final descubrimos que todo era un plan y Jack está vivo.
Para la despedida de Jack con sus 3 compañeros más fieles, Sean utiliza un magnífico solo de piano acompañado de una melodía impresionante a viento que recalca el valor del personaje y el coraje que Jack tiene al realizar su futuro viaje solo, estando muerto para el resto del mundo. Un piano muy sencillo, acompañado de una base a guitarra y un poco de percusión con sintetizadores, todo ello a volumen muy flojo y casi imperceptible y heroico, dará pie a la conversación de Jack con el presidente Palmer por teléfono siendo ésta la última vez que ambos personajes hablarán para siempre, cuya escena también nos presentará de manera efectiva y por última vez el tema de David Palmer. Tras la despedida de Jack y David Palmer, Bauer emprende su camino hacia una puesta de sol (a lo Indiana Jones o Star Wars) junto a sus características gafas de sol y su bolso de mano. Aquí se muestra todo lo que es el personaje tanto fisica como mentalmente: su coraje, su valor, su manera de ser, la soledad, la tristeza, las gafas de sol, el bolso de mano, su teléfono móvil e incluso su chulería o su actitud "cool". Todo ello en un minuto. ¿Qué hace Sean Callery? Regalarnos lo que fue, hasta ese día, la interpretación más heroica, más conmovedora, más especial y más significativa del tema de "24" y Jack Bauer. Cuerdas, vientos y piano se unen para regalarnos una escena en la que la música y la puesta de sol son protagonistas: nada de diálogos ni sonidos ambientales. Solo belleza musical y uno de los mejores minutos de toda la serie.
Es una lástima que teniendo dos de las mejores escenas de toda la serie, la cuarta temporada acabe siendo en general bastante floja y lo mismo ocurre con la banda sonora, que nos regala cosas maravillosas como la última vez que sonará el tema de David Palmer o la mejor interpretación del tema de Jack y "24". El resto de la banda sonora cae en la excesiva duración y los largos minutos insulsos de música, eso sí, siempre original, que tienen todos los capítulos y acaba por cansar enormemente. Pero siempre están esas pequeñas joyas y cortes con las que el compositor Sean Callery nos maravilla y ya por ello, merece la pena ver y escuchar.