Sexta temporada de la serie 24 (01)
(Reseña de Mario Pons Sansegundo):
Como en cada reseña, vamos a analizar lo que Sean Callery ha dejado como legado en las cinco temporadas anteriores: el tema de "24" y Jack Bauer como tema principal, que aún se mantiene y sigue vivo con estupendas y maravillosas variaciones, el tema del presidente Palmer (quién ya no está entre nosotros y cuyo tema tuvo su última aparición en la temporada anterior), el tema de la familia Bauer (que tampoco aparecerá más debido a la ausencia de familia y su ruptura), el tema de Audrey Raines (que sigue con nosotros aunque es un tema, más bien, endeble) y lo más importante, la ausencia de un tema para Tony Almeida, quién recordemos había muerto en la quinta temporada y la ausencia de un tema conciso para Chloe.
Una vez hecho el resumen de las anteriores temporadas y realizado una visión rápida de lo que Sean Callery ha ofrecido hasta ahora, decir que esta es la única temporada que contiene toda la música de la misma en la edición discográfica, hecha por fans, que existe. Hasta ahora, todas las temporadas tenían ausencia de música de algunas de las horas de la serie. Es una lástima, porque la quinta o la tercera temporada eran las más completas musicalmente y esta sexta es la peor temporada, tanto en guión como en música... y tenemos, nada más y nada menos que ¡15 horas de música! La excesiva cantidad de música es uno de los peores elementos de la serie "24" (aunque es un logro y es muy destacable que todo sea música original, temporada por temporada), que acaba por ser, en ocasiones, efectiva pero al mismo tiempo un caos musical y narrativo importante. Además de esto, la indigesta cantidad musical acaba por hacer perder interés al espectador en muchos momentos clave de la temporada: esto se nota muchísimo más en esta sexta entrega que en las demás. El espectador u oyente acaba ahogado ante tanta música y hay una sobresaturación inmensa. Como siempre, a pesar de este monumental error, Sean Callery se las apaña para poder incluir la mejor música y sus mayores esfuerzos en las escenas completamente clímax de la temporada y crea grandes obras maestras y piezas impresionantes. Esto no ha fallado en ninguna temporada, excepto quizá en la primera y en cada entrega de "24" se supera. Nada llegará a ser tan majestuoso como la anterior temporada, la quinta y aunque ésta tenga muchos más defectos que virtudes, la música de "24" sigue siendo también uno de sus pilares vitales y uno de los más importantes de la serie. El compositor es, junto a Jack Bauer (Kiefer Sutherland), la personalidad más importante de esta maravillosa serie.
La sexta temporada empieza con un Jack Bauer destrozado por las torturas sufridas durante mucho tiempo por los chinos, quienes lo atraparon al final de la anterior temporada, dejando uno de los mayores "Cliffhangers" de temporada de la historia de la televisión. Nada interesante ocurre ni musicalmente ni narrativamente hasta el final del cuarto capítulo de la temporada: hasta entonces hay música de acción de la casa, piezas de persecución y muchísima música asfixiantes, misteriosa y agonizante, como siempre protagonizada por una sección de cuerdas y algo de piano, percusión y sintetizadores.
En este final de capítulo, Jack Bauer tiene que lidiar con los motivos personales de Curtis Mannings (su compañero de trabajo desde la cuarta temporada, con quién Bauer tenía una importante amistad), siendo estos motivos los que convierten a Curtis en el peor enemigo de Jack. Su compañero intentará matar a uno de los sospechosos clave de la amenaza terrorista que hay en la ciudad en la que se encuentran, atacada por una bomba... pero éste ha de quedar libre de muerte y ha de ser interrogado enseguida.
Un crescendo de cuerdas y sintetizadores, acompañado de música de acción amenazante y agobiante, muestra el caos mental que sufre Curtis y su intento para matar al sospechoso. Jack intenta calmarlo, siendo esto musicalizado por asfixiantes cuerdas agudas y algo de percusión para simular el paso del tiempo y el contrarreloj para que, finalmente, Jack Bauer dispare a su compañero Curtis en el cuello y acabe matándolo. Impactante música dramática se hace con el control de la escena, una pieza que más adelante se hizo muy famosa entre los fans y que acaba siendo continuada por unos coros femeninos cantando en forma de réquiem por el fallecido Curtis. Escena maestra, odiada y querida por igual, pero musicalizada de forma efectiva, maravillosa y grandilocuente. Uno de los mejores momentos de toda la serie. Y así es como "Jack Puts Down Curtis" (escuchar)
Tras alguna que otra variación en forma de fanfarria del tema principal de "24" y música misteriosa más amena, tenemos otra de las escenas que musicalmente influyeron más en la temporada. Jack se entera de que, esta vez, es su família, padre y hermano, quienes andan involucrados en uno de los sucesos que marcaron más a nuestro protagonista: la muerte de David Palmer, Michelle Dressler y Tony Almeida al principio de la temporada anterior. Esto desencadena en un interrogatorio en forma de tortura por parte de Jack hacia su hermano, Graem Bauer (aún no sabe que su padre también es uno de los mayores culpables) Para escenificar esta tortura, el hermano de Jack le explica toda la conspiración Bauer: como él, el expresidente Logan y una organización más grande, quisieron desvincular al protagonista de la faz de la Tierra y basicamente querían matarlo. Tras unos motivos no muy acertados en el guión, Jack no puede evitar sentirse humillado, enfadado pero sobretodo solo... Sean Callery introduce aquí un tema misterioso, dramático, amenazante pero muy revelador, una sección de cuerdas con una melodía inquietante que se hace protagonista absoluta de la escena en cuestión.
Durante más de la mitad de la temporada, ésta hace un bajón considerable tanto en lo musical como en lo narrativo, creando así una parte de unos diez capítulos bastante insulsos y reiterativos sin apenas nada importante hasta que llega el gran momento del enfrentamiento entre Jack Bauer y el general Fayed, el gran enemigo de la temporada. En este capítulo, la música da un gran paso en todos sus ámbitos: la música dramática, misteriosa, de acción, de persecución, etc... Lástima que simplemente sea solo un capítulo. Hay un par de variaciones del tema principal, ideales en cuanto a la acción se refiere. Para la escena del enfrentamiento de Fayed, Jack Bauer se adentra en el cuartel donde está encerrado el enemigo protagonista: para la misma, Sean Callery utiliza una instrumentación más bien árabe, con voces femeninas del mismo estilo, todo esto durante tres minutos, tanto como para la entrada al cuartel como para los primeros golpes entre ambos personajes, siendo ésta música un poco más grandilocuente hacia el final pero siempre con el mismo estilo musical. Cuando parece que Jack está ganando, el tema principal suena de manera dramática e impactante a la vez que estresante, cosa que, unida a las imágenes, hace temblar al espectador por el posible final de la batalla. Sintetizadores siguen a la variación del tema principal y también efectos de sonido estridentes y samplers para el momento en que Jack ahoga a Fayed en una cadena que él mismo utiliza. Finalmente, una vez Fayed está muerto, los ayudantes de Jack y de la CTU llegan para ver que nuestro protagonista ha podido enfrentarse sin ayuda a unos diez soldados de Fayed, acabando con la amenaza terrorista y con una música muy liberadora, heroica y cautivadora. Un final épico para un enfrentamiento épico.
Hacia el final de la temporada y ya por última vez, aparecerá el tema de la victoria contra el terrorismo (un tema que salió tanto en la segunda como tercera temporada y que ya indicamos en su día que volvería a aparecer en la sexta), un tema que normalmente estaba vinculado a David Palmer porque éste era siempre el que estaba ante tales victorias y ahora, aunque queda raro verlo junto a otro presidente, vemos que el nuevo candidato es su hermano pequeño, Wayne Palmer. En este capítulo final volvemos a tener una épica, magistral y reveladora variación del tema principal de "24" que se une después al tema de Audrey Raynes, quién aparecerá hacia los episodios finales de la sexta entrega de la saga, siendo ésta atrapada por los chinos que habían tomado a Bauer como rehén. Para la escena final, como siempre, Sean Callery vuelve a sacar todo su arsenal narrativo y musical para mostrarnos uno de los finales más dramáticos, filosóficos, tristes y relajantes de toda la serie: no hay acción, no hay nada heroico, no hay victoria, no hay misterio... solo la vida. Tras una preciosa escena en la que Jack resurge de las olas del mar ya que había caido en él tras acabar con la amenaza del villano estrella de la temporada (su padre) y con una variación muy calmada del tema de Jack/"24", éste intenta volver a casa de su amada Audrey, de quién ha estado varios años separado y que sufre de un trauma extremadamente fuerte, con episodios de amnesia, debido a la tortura que los chinos impusieron sobre ella durante meses. James Heller, el padre de Audrey, que ya vimos en anteriores temporadas, intenta evitar que Jack se acerque más a su hija pero Jack está harto de todo lo que le rodea y todas las cosas que le han estado pasando para proteger a gente del gobierno como él e intenta llevarsela, amenazando incluso a James.
Tras una horrible pero cierta frase de James, en que indica que "Todo lo que toca o todo con lo que mantiene relación de alguna manera, acaba muriendo" (refiriéndose a amigos de Jack como Curtis, a la amnesia y tortura de su hija Audrey o incluso a la muerte de su exmujer Teri Bauer) éste intenta llevarse a Audrey con él, intentando sacarla de la cama donde sufre de su amnesia y su trauma. Audrey ya no es la misma, está fuera de órbita y no responde a absolutamente nada de lo que dice Jack, momento en el que se da cuenta de que es posible que él sea el culpable de todo esto y al final decide dejarla, marchándose de casa de los Heller y pensando en lo miserable que es su vida, cerca de un acantilado donde rompen las olas del mar, lugar y momento en el que finalizará la temporada. Sean Callery acompaña esta escena con variaciones muy tristes y desoladoras del tema principal y los va alternando con otras variaciones, igual o más deprimentes, del tema de Audrey Raines, que aquí suena muchísimo más elaborado que el tema original que escuchamos en la cuarta o quinta temporada. Piano, cuerdas, arpa y coros femeninos son los únicos protagonistas del cuarto de hora final, maravilloso en lo narrativo y en lo musical, completamente hecho para hacer empatizar al espectador con el protagonista de esta maravillosa serie y esta irregular temporada.