Videojuego sobre dos hermanos que se aventuraban en el mundo de los sueños para rescatar a 40 pequeñas criaturas llamadas "Winks", atrapadas por el malvado Nitekap, a quién mucha gente comparaba con el famoso Scrooge. Y es que realmente ambos eran muy parecidos en su forma de ser.
Reseña de Mario Pons Sansegundo:
La banda sonora es bastante simple, efectiva en los niveles a los que quiere acompañar y muy humilde. Dividida en varias partes, como viene siendo habitual en este tipo de videojuegos, la partitura se divide en música para el tema inicial y el menú del juego, las cinemáticas, los niveles y mundos, los enemigos finales y los créditos. El tema inicial es interesante cuanto menos ya que se dedica a mostrar una vertiente musical misteriosa e intrigante, en ocasiones psicodélica que sin duda pondrá en varias ocasiones los pelos de punta a los más pequeños (de hecho, ya he leído varios niños indicando que este juego les daba miedo en su infancia) De todas maneras, tiene otra vertiente más simple y más habitual en la comedia, algo que quizá perciben más los adultos.
Los minijuegos tienen música bastante ágil aunque demasiado repetitiva, sin nada a destacar. Música misteriosa, a piano y sonidos de viento en su mayor parte para los niveles que tenían lugar en el primer mundo: el de la mansión encantada, cuyo enemigo final, una araña gigante robótica liderada por el peluche mascota y secuaz de Nitekap, Threadbear, quién luchaba al compás de una melodía Country. Sintetizadores y melodías muy oceánicas y algunas sinfonías reminiscentes a las películas de piratas de Hollywood para los niveles del segundo mundo: el que tiene lugar en una cala con barcos piratas y submarinos hundidos. Y una melodía, esta vez horrible, a sintetizadores para el enemigo final de la zona: un cangrejo robótico.
Más sintetizadores y percusión para el mundo del espacio: unas cuevas llenas de alienígenas y un planeta hecho... de queso! El tercer enemigo final comparte melodía con la araña de la primera zona. Finalmente, el último mundo, el de la prehistoria que es el que mejor ambientación tiene con unos temas llenos de sonidos de dinosaurios, música prehistórica acompañada de coros, una percusión muy potente y pegadiza y un poco de orquesta para la melodía heroica que se balancea entre estos elementos. Sin duda, los mejores niveles del juego. Nueva música Country para el cuarto enemigo: un rinoceronte robótico.
Hay también un par de tracks especiales para dos ocasiones concretas en el juego. Una de ellas es una muy épica melodía a trompetas y un viento muy concurrido e impresionante para un duelo medieval contra un caballero. Junto a los niveles de la prehistória, lo mejor de la banda sonora. También un track mucho más simple y bastante aburrido para un nivel especial: el barco "Scary Mary", una mezcla entre sintetizadores del segundo mundo y sonidos misteriosos del primer mundo. Un poco bizarro. Finalmente, tenemos la música de los créditos finales que se asemeja mucho al tema inicial del juego y que no contiene mucho interés. Es, en su defecto, demasiado simple para el juego al que acompaña, que no tiene ningún guión atrapante ni una jugabilidad magnífica pero cuyos niveles daban juego a hacer músicas más emocionantes para los más pequeños y mucho más especiales... Pero no llega a la altura.