Jackman es un compositor bastante curioso. Habitualmente perdido en frondosos laberintos, aún estaría mascando arena y bebiendo mucosas de gusano si los chicos de la Disney no hubieran venido a salvarlo con BIG HERO 6. Una redención en toda regla para un autor que vuelve a situarse en el mapa, gracias a una partitura fascinante y muy elaborada. Y es que BIG HERO 6 es el mejor Jackman; el que es capaz de crear bellas y enérgicas melodías, el que transmite sensibilidad en sus fragmentos más oníricos y el que envuelve con un delicioso tono retro el conjunto de su creación. El disco (imprescindible) es un viaje espiritual, armonioso en su sinfonismo y brillante en el uso de la electrónica. Además, el tema central es magistral, de un virtuosismo absoluto, y deja en pañales a prácticamente todo lo que se hace en Remote Control, salvo (y esto es obvio) aquellos scores que vienen firmados por Hans Zimmer o John Powell. Quizás lo que necesita Jackman es saber escoger mejor los proyectos en los que se ve involucrado. BIG HERO 6 brilla continuamente porque tiene alma, un propósito y un corazón. Y son éstos los trabajos que necesita. Porque para bombardear a la audiencia con petardos de chipirones ya está ese guardián de criptas llamado Steve Jablonsky. Y porque un compositor con el talento y el buen gusto de Jackman no puede limitarse a cumplir “sin más” en films que no son los suyos… Gran tipo, sin duda, y aún muy joven. Espabilará seguro.