Romance y drama de amores no correspondidos entre dos personas en pleno siglo XVIII, y sobre los que acecha una tragedia.
Partitura muy dosificada a lo largo del metraje, permitiendo que, cuando su presencia es realmente necesaria, pueda asimilar la carga dramática del implacable argumento y de sus desolados personajes, sometidos estos a la dictadura de unas emociones controladas por aquellos que consiguen amar y ser amados.
En cierto modo, el autor se posiciona junto a los perdedores y con esa contención logra dotar de máximo sentido al radiante tema musical central, apuntado en diversas ocasiones, que se desarrolla en su máxima plenitud en una de las secuencias finales. Con ello, el compositor prepara al espectador para la llegada de ese momento con un lenguaje musical puro, que usa escasa instrumentación.