La vida de un joven cambiará radicalmente el día que encuentra por casualidad un robot, última tecnología militar.
Un arranque prometedor genera la impresión de que esta va a ser una banda sonora en la senda del Vangelis de Blade Runner (82) en lo que se refiere a la recreación del entorno futurista, aparentemente deshumanizado, en el que surgen algunas referencias que evocan la nostalgia por la humanidad desaparecida. Algo de eso hay en las pretensiones, y parcialmente se logran con momentos bellos y otros dinámicos para la acción. Pero esta banda sonora electrónica acaba por ser más ambiental que dramática y, aunque eficiente, reiterativa, estática y plana, que no levanta el vuelo ni trasciende.