Siglo IV. Egipto bajo el Imperio Romano. Las violentas revueltas religiosas en las calles de Alejandría alcanzan a su legendaria Biblioteca. Atrapada tras sus muros, la brillante astrónoma Hipatia lucha por salvar la sabiduría del Mundo Antiguo con la ayuda de sus discípulos.
Embarcado en una superproducción de tamaña envergadura, Alejandro Amenábar ha preferido ceder las responsabilidades musicales a un Marianelli que ha recibido un buen regalo y ha podido escribir una gran banda sonora. Esta es una partitura intensa, emotiva y de exquisita elegancia, sofisticada en su elaboración instrumental y sencilla en sus pretensiones, que son claras y diáfanas y se ubican principalmente en tres niveles dramáticos: en primer lugar, los que se corresponden a la ambientación del entorno histórico (con estupendos temas de aplicación diegética creados por Lucio Godoy y lamentablemente no incluidos en esta edición); en segundo lugar aquellos destinados a intensificar la opresión y amenaza de la intolerancia; y finalmente, la música aplicada a exteriorizar la vulnerabilidad pero determinación de la protagonista.
Marianelli escribe una partitura honesta, limpia, nada melodramática ni tramposa, donde emplea instrumentos étnicos (como el duduk), voces lamentativas, coros y música sinfónica en una serie de temas musicales intensos y contundentes, que no solo aportan grandeza (que no grandilocuencia) sino que se ciernen sobre la protagonista como una fuerza hostil de enorme poder. Frente a ellos, lucha por su supervivencia el maravilloso tema principal, el que resalta y apoya a la protagonista y a aquello que ella representa, en forma de una música bella, emotiva y frágil, que en su lucha por la supervivencia frente a los demás temas se refuerza en su propia identidad. No se produce la clásica lucha entre tema/contratema, pero sí entre un tema (el principal) frente a muchos otros (todos ellos, de similar tono), lo que obviamente dificulta mucho las cosas: exactamente como sucede en el guión literario, el guión musical traslada al campo de lo melódico la muy difícil situación a la que debe hacer frente la protagonista, que además es frecuentemente acosada por las músicas opuestas, tan solo liberado en la escena final, cuando el tema principal se expande en su máximo esplendor, aunque el filme concluya de modo pesimista, como si nada hubiera cambiado.