Cuando unos amigos celebran la despedida de solteros, el novio pierde el anillo de compromiso, y en su búsqueda entran de lleno en una operación de tráfico de drogas.
La disparidad de situaciones y el frenetismo de la acción hacen que la música permita apoyar situaciones concretas en un sentido específico y no general. La excepción, por la prolongación del tema musical, es la música de aie portugués que acompaña el enigmático personaje de Fátima, así como el de las persecuciones por la carretera, de cariz morriconiano. Por lo demás, las puntuaciones melódicas son muy concretas y específicas, pero excesivamente supérfluas.