En 1879, el arqueólogo aficionado Marcelino Sanz de Sautuola y su hija de 8 años, María, descubrieron en Cantabria una de las obras prehistóricas más importantes de la Historia: las pinturas de Altamira. Lejos de proporcionarle honor y gloria, su descubrimiento le enfrentó a la comunidad científica de la época.
Banda sonora colorida y agradable, con importante presencia de la música celta. Es variada en temas, cálida y sentimental pero meramente decorativa, salvo algunos momentos donde se intenta dramatizar el misterio en torno a la cueva, sin demasiado éxtito.