Los aterrorizados habitantes de un pueblo asediado por zombis sólo pueden pedir ayuda al incomprendido Norman, un joven que sabe hablar con los muertos.
Banda sonora sinfónica en la que el compositor acompaña eficientemente la acción, pero que en su conjunto resulta muy desestructurada y sin una línea clara de actuación, tanto por la ausencia de un tema principal lo suficientemente sólido (el que hay es correcto, pero poco más) como por la falta de temas centrales que ayuden a dar solvencia al conjunto. Tampoco la música, a pesar de contener momentos interesantes e incluso brillantes, ayuda a darle vigor al conjunto. No basta con ser buen compositor para hacer animación.