Remake de A Guy Named Joe (43) y ubicado en el entorno de pilotos destinados a apagar grandes incendio, en el que un piloto fallecido se materializa para ayudar a otro en peligro.
El compositor escribió una suntuosa partitura sinfónica que aunaba lo espectacular con lo intimista, con intensos momentos dramáticos. El sonoro fracaso en la taquilla del filme hizo que esta acabara siendo una banda sonora algo olvidada, salvo para la afición. No es una de sus creaciones más relevantes, pero la música, de todos modos, mantiene la esencia del mejor Williams, especialmente por su aire mágico y la exquisitez melódica.