Serie televisiva de misterio y terror, ambientada en un pueblo de South Carolina.
Ecléctica creación en la que el compositor desarrolló, en los tres episodios de la serie para los que trabajó, un abanico que abarcaba desde la música celestial a la infernal. Así, temas líricos y etéreos se combinan con otros atonales y crípticos; melodías dulces y sentimentales con temas siniestros y apocalípticos. En medio de ambos frentes, música ambiental muy notable. Una mezcolanza algo complicada de digerir pero desde luego muy trabajada.