Una psicóloga entrevista y analiza a un recluso del corredor de la muerte. A medida que la entrevista avanza, debe determinar si debe ser concedida la suspensión de la ejecución.
El compositor aplica música para el entorno de la violencia y del personaje que la lleva, por un lado, y otra para exponer las dudas y también la fragilidad emocional de la protagonista, en una suerte de duelo que se enfrenta y retroalimenta. Pero estas intenciones iniciales se van diluyendo cuando todo se lleva luego por los territorios del género, más convencionales, y en este caso monótonos.