Usuario: Mikel C.G Siw
Fecha de publicación: 26.05.2009
Existen casos, -no muchos, pero existen-, en los que una película con todo a su favor para alzarse como una Obra Maestra, finalmente se acaba convirtiendo en un filme correcto, formalmente impecable pero incompleto emocionalmente.
Es el caso de AMISTAD (1997), cuyo diseño artístico, fotografía, vestuario, dirección…son exquisitos. Sin embargo, quizás porque Spielberg estaba poniendo a punto la artillería para arrasar el año próximo con una de las mejores películas bélicas que se han hecho, SAVING PRIVATE RYAN, o porque no le interesaba mucho el proyecto, lo cierto es que la peli, a pesar de reunir varios pasajes muy atractivos, no muestra –ni nos propone- un sentimiento claro en su discurso.
Y así, el espíritu de este drama, que cuentas eso sí, con un comienzo realmente fascinante, se diluye a lo largo del, por otro lado, abultado metraje. A mí, 160 minutos me parecen muchos minutos para esta película.
Pero… ¿Y el Maestro Williams? ¿Qué hay de él?
¿La verdad?
Una música poética y esplendorosa. Un trabajo que le viene “demasiado grande” a la película. Williams, como de costumbre por estos tiempos, nos regala una obertura preciosa que nos prepara para el resto de viaje. A partir de ahí, se desarrolla un score pausado y sin demasiadas escalas. Un trabajo “menor” en su carrera si lo preferís, que por supuesto no está a la altura de, por ejemplo, la banda sonora que compondría en el 98 para esa joya que hemos citado antes; SAVING PRIVATE RYAN.
Pero que nadie se crea que eso nos lleva a un score flojo o poco inspirado, en absoluto. AMISTAD es otra muestra más del talento innato de este abuelete que satisface con placer su reclamo en el Cine y nos confiere, a través de sus discos, su legado inmortal.
Así pues, gracias John.
SIW