Reseña de Javier González:

La banda sonora del noveno capítulo está destinada principalmente a aportar tensión a las distintas tramas, con los personajes pasando por momentos complicados. Es por ello que tenemos una partitura opresiva y oscura, principalmente en lo referente a la prisión Narkina, donde la música posee un componente frío e industrial. Los leitmotiv, tanto el tema principal/Andor, que aparece muy poco esta vez, como los del BSI/Imperio y de Syril, una vez más vuelven a mantenerse en un plano secundario, ahogados por el diseño sonoro. Algo más relevante es el tema de Mon Mothma/Rebelión, que por un lado sigue describiendo con tino la encrucijada en la que se encuentra la senadora rebelde, pero además cuenta con una discreta presencia en la trama de Narkina, donde se está germinando una revuelta de los presos contra el imperio.

El décimo episodio es posiblemente el mejor de toda la serie, con grandes dosis de acción y emoción. La música da un paso al frente y destaca más que en otros capítulos, dejando de estar tanto tiempo en plano secundario. La fuga de la prisión tiene un magnífico equilibrio entre silencio musical (dejando protagonismo a los efectos de sonido), música para la tensión, música de acción (con una potente y heroica versión del tema de Andor), así como un emocionante tema secundario para el personaje de Kino Loy (una música asombrosamente parecida al tema de Ahsoka Tano compuesto por Kevin Kiner para las series de animación). Al final del capítulo resulta interesante el tratamiento musical de Luthen, con una sonoridad sombría, huérfano de melodía, mostrando su reverso más oscuro y complejo. Hubiera sido más lógico utilizar su tema en un arreglo turbio o sucio, pero al prescindir de él, podría parecer que su motivo ha desaparecido, que era una especie de careta con la que se mostraba ante los demás, una música impostada y falsa.

En el undécimo capítulo vuelve a tener mayor presencia el tema de Andor, sonando en varias tramas, no soo en la que el protagonista está presente físicamente, también en diálogos y pensamientos de otros personajes. En este sentido, es difícilmente comprensible su utilización en varias escenas protagonizadas por Luthen, donde no parece que haya ninguna justificación narrativa para ello. En cambio, sí tiene especial relevancia en el cierre del episodio, con una versión tocada solo con instrumentos de cuerda, a modo de lamento, tras enterarse Andor de la muerte de su madre adoptiva, Marvaa.

Y llegamos al último capítulo de la temporada, donde la música está más presente y comprometida con el relato, tanto la música diegética como la incidental. Uno de los grandes aciertos es la marcha que la banda musical de Ferrix toca durante el funeral de Marvaa, que incluye un tema que ya había sido aplicado a este personaje en otros episodios con anterioridad (Este motivo venía siendo utilizado en los créditos iniciales, podríamos decir que era una sección B del tema de Andor). Es interpretado con instrumentos fabricados expresamente para la serie, aportando una tangibilidad y una sensación de realidad y pertenencia al lugar muy peculiar. De hecho, ya habían aparecido en los créditos iniciales, donde el tema principal es interpretado con esta sonoridad tan especial. Los ciudadanos de Ferrix son trabajadores y obreros que poseen una identidad sonora en la utilización de metales y objetos reciclados, como ya se vio en la secuencia de la búsqueda de Andor en el tercer episodio. En este sentido, es importante también el uso diegético del yunque de la torre, bien incrustado en el resto de la partitura, imponiendo de alguna forma el ritmo del pueblo frente a los invasores. Es extraña la inserción del tema de Andor durante el discurso revolucionario de Marvaa en holograma, cuando lo coherente habría sido una merecida eclosión del tema de la rebelión. En la secuencia de acción de los disturbios tras el funeral, Britell apuesta abiertamente (ya era hora) por un enfrentamiento temático musical entre el tema del Imperio y, ahora sí, el tema de la Rebelión.

Conclusiones finales:

A riesgo de ser algo riguroso, creo que durante toda la temporada se abusa de un recurso algo facilón, el de introducir la música sutilmente a mitad de una escena y que vaya aumentando el volumen para finalizar en primer plano y mantenerse hasta el comienzo de la siguiente escena, buscando una transición fluida entre secuencias. Se hace de una forma tan constante y mecánica, que el efecto logrado es muy plano y repetitivo.

La parte final de la temporada ha experimentado una sensible mejoría, gracias a una evolución hacia un uso más temático de la música. El gran problema de la serie ha sido quedarse a medio camino entre un modelo de música atmosférica y ambiental, seguramente por indicación del showrunner Tony Gilroy (en la misma línea de las bandas sonoras de sus películas), y un modelo más narrativo y temático, como es esperable y deseable en un producto de Star Wars. Ciertamente en ninguna de estas dos vertientes obtiene grandes resultados, quedándose en una música cumplidora. Hay detalles interesantes en el tema principal/Andor y en otros temas centrales como los de Marvaa, BSI/Imperio, Mon Mothma/Rebelión y Luthen Rael (así han sido indicados en los análisis capítulo a capítulo), pero en líneas generales no tienen una evolución o desarrollo claro, además de ser musicalmente bastante sencillos. Durante gran parte de la temporada su aplicación es confusa; en ocasiones desaparecidos durante varios capítulos, sonando en segundo plano prácticamente imperceptibles e invisibles o utilizados en determinados momentos sin un motivo narrativo claro. Más pobre es el uso de otros temas, caso de Syril o de Bix, que son anecdóticos y totalmente irrelevantes. Creo que Britell debe seguir en la segunda temporada la línea trazada en los últimos capítulos, debe abrazar sin miedo la capacidad expresiva y narrativa de los motivos musicales, ser más atrevido y virtuoso en su composición, porque no tengo duda de que tiene capacidad para ello. En definitiva, un Britell más alejado de Gilroy y más cercano a Williams.

Por último, una breve reflexión acerca de la situación musical actual de Star Wars. Hay una incoherencia común a todas las personas involucradas en el universo de La Guerra de las Galaxias, Nicholas Britell entre ellos. Me refiero a declaraciones y palabras de agradecimiento hacia el trabajo de John Williams en la saga. Todos se deshacen en elogios al maestro, pero luego no dudan un segundo en ignorar su legado y hacer propuestas musicales radicalmente opuestas. No encuentro esta ruptura en ningún otro apartado artístico de La Guerra de las Galaxias. Naves espaciales, aparatos tecnológicos y robots mantienen el mismo diseño, así como sus efectos de sonido (el vuelo de las naves o los sables láser). Hay evolución, pero siempre con una coherencia interna, en el vestuario, en la dirección artística, en las razas de alienígenas, etcétera. Sin embargo, parecen empeñados en cambiar la identidad musical de Star Wars ¿De verdad piensan que una ficción de aventuras espaciales va a ser mejor rompiendo con el estilo sinfónico y temático que ha marcado la saga durante 40 años? Yo tengo clara la respuesta: NO.

Nota del conjunto de la serie: 5