Reconozcámoslo ahora; este mundo es, en su esencia, un ente ilimitado para todos nosotros. Pese a poder conocer hasta la última carreterucha del globo, un delicado y celestial hechizo surge al pensar en todos los sitios que nunca visitaremos, o las innumerables personas que no conoceremos. También labios que jamás besaremos e incluso dolor que no padeceremos… ANGELS IN AMERICA tiene asimismo esa parte eterna, de las más sugestivas del gran Thomas Newman. Delicia total de bso!! Y la prueba de que el autor compone en estado de gracia se percibe ya desde sus magistrales “main titles”. Estamos en el cielo, y Newman no ha tenido que recurrir a cliché alguno, ni tampoco exagerar su estilo, para que la emoción fluya y el gozo sea sublime y descomunal. De ahí hasta el final del disco todo será placer y fascinación. Habla sobre la eternidad, sobre lo celestial. De veras me parece un score imprescindible.