Tercera entrega de la saga iniciada en Angélique, marquise des anges (64), donde la protagonista, retirada en su finca, es llamada por Luis XIV para asumir una delicada misión diplomática.
De entre las partituras que escribió el compositor para la serie, esta es la más suntuosa, con especial predominancia del barroco. Se acompaña de Angélique, marquise des anges (64), Indomptable Angélique (67), Angélique et le sultan (68).