En la Inglaterra de Isabel I, escandalosas intrigas políticas, romances ilícitos de la Corte Real y estratagemas de nobles ansiosos por poder se esclarecen en el lugar más insospechado: el teatro londinense.
Partitura que sustancialmente se destina a la recreación ambiental del entorno, con refinada música de época, variada en su temario y de gran elegancia en su conjunto. Más allá de esta música -que es la predominante- también es notable la parte dramática, a la que se le otorga un tono sobrio, contenido pero que tiene momentos muy emotivos.