Un policía regresa a su ciudad natal para enfrentarse a los demonios de su pasado tras perder a su mejor amigo de la infancia en un asesinato.
Este drama criminal tiene en la música uno de los principales elementos que contribuyen a hacerlo intenso, oscuro, asfixiante, generando progresivamente un ambiente más opresivo y tenso. Es una música turbia, en ocasiones desagradable, que construye un entorno hostil.